Una Sola Mente, Un Solo CorazónMuestra

Considerando a los demás como superiores

“(...) antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros” (Filipenses 2:3-4 RVR1960).

La humildad cristiana no se trata de pensar menos de ti, sino de pensar más en los demás.

Pablo termina este bloque con una exhortación radical: considerar a los demás como superiores a uno mismo. No implica negar nuestra dignidad, sino reconocer el valor del otro con sinceridad. Esta es la base de la humildad cristiana. El verbo “considerar” (hegeomai) implica una decisión deliberada de actitud. No es algo emocional o espontáneo: es un acto de obediencia.

Mirar por los intereses ajenos (v.4) no anula los propios, pero los subordina al amor. Este tipo de humildad solo es posible cuando Cristo es el centro (Romanos 12:10). Así se construye una comunidad saludable y contracultural.

¿A quién necesitas hoy mirar con mayor honra, cuidado y atención?