Una Sola Mente, Un Solo CorazónMuestra

Si hay en Cristo algún consuelo...

“Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia (…)” (Filipenses 2:1 RVR1960).

Lo que hemos recibido de Cristo debe inspirar lo que damos a los demás.

Pablo apela a las profundas bendiciones que todo creyente ha recibido en Cristo: consuelo, amor, comunión, compasión y misericordia. La expresión “si hay” no pone en duda estas realidades, sino que las da por sentadas: es como decir “ya que hay”. Es como si pablo dijera ya que tenéis estas experiencias y participáis de estos beneficios, entonces...

Este versículo nos recuerda que toda relación dentro del cuerpo de Cristo debe estar marcada por aquello que Él nos ha dado primero (1 Juan 4:19). El evangelio no es solo doctrina, es también fundamento relacional. Pablo está preparando el terreno para una exhortación fuerte: si hemos sido amados y consolados por Cristo, ¿cómo no extender eso a los demás?

Pablo marca una triple orientación que debe mover a responsabilidad a los creyentes para con el cuerpo de Cristo: unidad, humildad y solicitud.

¿Vives tu relación con los demás como una extensión de lo que has recibido en Cristo?