¿Está Cristo Dividido?Muestra

De la inmadurez a la madurez

“De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo” (1 Corintios 3:1 RVR1960).

La madurez espiritual no se mide por el conocimiento, sino por el carácter transformado por Cristo.

Pablo confronta con amor y firmeza a los creyentes de Corinto. Aunque ya habían conocido a Cristo, seguían viviendo como inmaduros. El término "niños en Cristo" no denota ternura o inocencia, sino estancamiento. Habían sido rescatados del mundo, pero el mundo aún reinaba en sus corazones (Hebreos 5:12-14).

Su inmadurez se evidencia en divisiones, celos y contiendas (v.3), fruto de una vida carnal. Pablo deja claro que el crecimiento cristiano no se limita a lo que se sabe, sino a lo que se vive. Cristo no busca creyentes informados, sino transformados (Efesios 4:13-15).

Muchos cristianos siguen siendo bebés espirituales por falta de disciplina, obediencia, rendición y comunión profunda con el Espíritu Santo. La leche espiritual es necesaria al inicio, pero no puede ser el único alimento. Debemos avanzar hacia el alimento sólido de la obediencia radical.

Hemos sido edificados para traer gloria a Dios y no vergüenza.

¿Estoy estancado en una espiritualidad infantil o avanzando hacia la madurez que Cristo espera de mí?