Orgullo. El Gran Pecado.Muestra

Jactarse solo en Cristo.

"Para que, tal como está escrito: «El que se gloría, que se gloríe en el Señor»" (1 Corintios 1:31 NBLA).

El apóstol Pablo se conoce a sí mismo y conoce a muchos de sus compañeros creyentes. Todos somos propensos al orgullo. Por lo tanto, repite su mensaje básico en varias cartas: “¿Dónde, pues, está el jactarse? Está excluido. [...] Porque sostenemos que un hombre es justificado por la fe aparte de las obras de la Ley” (Romanos 3:27-28).

Nosotros, los humanos, no podemos llevar ningún crédito por ser nuestro salvador. Ninguno de nosotros es justo por sus propios esfuerzos. Por lo tanto, no hay razón para jactarnos de nosotros mismos. Nuestra salvación fue un regalo de gracia. Por ello, no deberíamos pensar que somos mejores que los demás. Por otro lado, ¡tenemos muchas razones para estar orgullosos de lo que Jesucristo ha hecho! Él es nuestro Rey y Salvador. Es el gobernante del universo, pero se humilló a sí mismo para hacerse humano, incluso para sufrir y morir en nuestro lugar. Él se convirtió para nosotros en sabiduría de Dios, justificación, santificación y redención (1 Corintios 1:30). ¡Toda la honra y la gloria deben ser ofrecidas a Él!

Recordar que tu salvación fue un regalo de gracia es un gran remedio contra el orgullo y una enorme fuente de gozo. ¿Te jactas en Jesucristo? ¿Cómo expresas esto?

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