Orgullo. El Gran Pecado.Muestra

Humildad frente al orgullo
"Pero Él da mayor gracia. Por eso dice: «Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes»" (Santiago 4:6 NBLA).
Como vimos ayer, el orgullo es pensar demasiado bien de uno mismo. Lo opuesto del orgullo es la humildad, una virtud que Dios alabó. Sin embargo, es importante señalar que la humildad no significa pensar mal de uno mismo. ¡En cambio, ser humilde es tener una visión precisa de uno mismo y de Dios!
Dado que Dios creó a la humanidad y a cada individuo temerosamente y maravillosamente (ver Salmo 139:13-14), somos valiosos a Sus ojos. Él nos ha coronado de gloria y honra (Salmo 8:5). Por lo tanto, podemos apreciar nuestros talentos, habilidades y virtudes como regalos de Dios. Podemos entender el yo que hemos recibido, siendo conscientes de que el pecado nos ha dañado, por lo que ya no somos perfectos.
La humildad también significa valorar a otras personas y a Dios por encima de todo. Otras personas son tan importantes como nosotros, y Dios es infinitamente más importante que nosotros. Esta perspectiva es liberadora, ya que nos libera de los celos y las preocupaciones sobre cómo nos perciben los demás. Nos permite pensar menos en nosotros mismos.
¿Qué evoca la palabra 'humildad' en ti? ¿Te parece atractiva? ¿Por qué, o por qué no?
Escrituras
Acerca de este Plan

Si tuvieras que definir 'el mayor pecado', podrías pensar en el asesinato, el abuso infantil o la trata de personas. C.S. Lewis menciona algo diferente: el orgullo. Él considera esto la rebelión definitiva contra Dios, de la cual surgen todos los demás pecados. En este plan de lectura, queremos explorar lo que la Biblia dice sobre el orgullo y cuáles son sus consecuencias en nuestras vidas.
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Nos gustaría agradecer a GlobalRize por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.globalrize.org









