Responder Con Bien Al MalMuestra

Cristo sufrió para traer victoria

"Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios (...)" (1 Pedro 3:18 RVR1960).

La cruz no fue el fin, fue el puente hacia la victoria final.

Pedro cierra esta sección elevando nuestra mirada a Cristo. Él sufrió, sí, pero su sufrimiento tuvo propósito: llevarnos a Dios. Fue el justo, el perfecto, el inocente… entregándose por los injustos. Y lo hizo una vez y para siempre. Ya no hay ningún sacrificio, ninguna expiación que pueda complacer a Dios. Aun nuestro propio sufrimiento no pagará por nuestros pecados. El precio ya se ha pagado.

La palabra llevarnos en el griego antiguo es la misma palabra usada para acceso en Romanos 5:2 y Efesios 2:18. En la literatura antigua, la palabra llevarnos fue usada como “admisión de una audiencia con el Gran Rey” (Blum).

La cruz fue aparente derrota, pero en realidad fue conquista espiritual. Jesús despojó a los poderes, proclamó victoria y resucitó triunfante. Su ejemplo no solo nos inspira, nos sostiene. Él abrió un camino por el cual ahora caminamos, aunque implique sufrimiento.

Recordemos que Cristo no solo nos dio el ejemplo, también nos dio el Espíritu para seguirlo. Jesús no solo sufrió por nosotros, sino que nos dejó un modelo de cómo responder al mal con amor, verdad y obediencia.

Por eso, responder con bien, mantener la conciencia limpia y sufrir por lo correcto tiene sentido: seguimos los pasos del Rey resucitado. Y lo hacemos con esperanza, sabiendo que la victoria final ya ha sido ganada.

¿Estoy viviendo cada día con la seguridad de que Cristo ya ganó, incluso cuando todo parezca pérdida?