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Cuando esté comprometido: Un hombre, una mujer

Nos ha correspondido vivir en una época en que las personas piensan que tienen el derecho de definir el matrimonio como les plazca. Los activistas de los derechos de los homosexuales ya han logrado obtener el reconocimiento de las uniones civiles entre homosexuales. Peor aún, han persuadido a algunos estados para que autoricen el matrimonio entre dos hombres o dos mujeres.

En la mayoría de los países, el debate se centra en los derechos, y se basa en los reclamos y en los triunfos de la lucha racial por los derechos civiles. Los partidarios de los hosexuales los presentan como una minoría oprimida y maltratada.

Los que creen en la Biblia no ven el debate en términos de derechos, sino de diseño y bendición. ¿Cómo puede Dios bendecir las actuales disposiciones legales sobre el sexo, que desafían y van en contra de lo que él diseñó? Jesús mismo dijo: "Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer" (Mateo 19:5).

Si el matrimonio está sujeto a la revisión humana, de acuerdo a los deseos de los que se ven a ellos mismos como una minoría perseguida y oprimida, ¿a dónde vamos a llegar?, ¿Vamos a vivir para ver el día en que los matrimonios de tres personas sean algo legal?