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Cuando esté comprometido: Por el poder de Dios

¿Le parece que son muy severos los anteriores principios para el matrimonio? ¿Le parecen anticuados? ¿O imposibles? Eso es lo que pensaban también los discípulos de Jesús: "Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse’" (Mateo 19:10).

Sabemos lo que quisieron decir: Pensaban que no podrían cumplir con esas expectativas. Pensaban que esa clase de matrimonio no podría durar mucho ni podría ser agradable o divertido. Se consolaban acudiendo a las reglas rabínicas que permitían el divorcio sin culpa. Todo lo que había que hacer para repudiar a la esposa era darle un certificado.

Sin ninguna duda, a menos que el Espíritu del Señor esté presente en un hogar, siempre parecerá que las normas de Dios son imposibles de cumplir. "No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado’" (Mateo 19:11). Eso significa que, si a usted no le ha sido dado el don de la fe, si no es creyente, no va a tener el deseo ni la fortaleza para permanecer siempre fiel a una relación de una sola carne hasta que la muerte los separe.

Pero si usted está conectado por la fe a la fuente de energía del universo, le es en verdad posible, y gratificante, y satisfactorio, y bello, y divertido. El Espíritu de Dios obra en usted tanto el querer como el hacer todo lo que le agrada a Dios.