Trascender: Un Viaje con Moisés (Salmo 90)Muestra

Al considerar nuestras vidas y los días que nos quedan, es importante tener una visión correcta de Dios. En el Salmo 90, Moisés introduce la idea de “Dios como Él es”.

Señor, tú has sido nuestro refugio

generación tras generación.

Desde antes que nacieran los montes

y que crearas la tierra y el mundo,

desde los tiempos antiguos y hasta los tiempos postreros,

tú eres Dios. (Salmo 90:1-2)

De todas las generaciones es Dios (v. 1). Mi generación fue testigo del salto del gramófono al streaming digital, de las cartas escritas a mano al WhatsApp, y de ir a todas partes en bicicleta a reservar viajes espaciales a Marte. ¡Quién sabe qué maravillas vendrán después!

Cualquiera que sea nuestra posición generacional, el Señor es nuestra morada. Él es nuestro hogar, no simplemente el lugar donde nos hospedamos. El Señor, nuestra morada en todas las generaciones, cumple todas las características positivas del hogar: refugio, descanso, punto de referencia.

Dios es eterno, atributo esencial de la divinidad (v. 2). Si la esencia y los atributos de Dios no pueden separarse, no pueden, cada atributo de Dios debe ser eterno. Él es el que existe por sí mismo, por encima del tiempo. Para Él, el tiempo no es absoluto, como lo es para nosotros.

Moisés ilustra la «eternidad» de Dios en relación con la creación: Creó el tiempo junto con el resto de la realidad. Moisés recurre a las montañas para reflejar la inmensidad y la infinitud de Dios. Él existía como Dios incluso antes de la creación de la tierra.

Dios es nuestra morada y Él es infinito. No es de extrañar que el salmista declare inequívocamente Su identidad suprema: Tú eres Dios. Y punto.

Cada vez estoy más convencido de que la temática de la Biblia es precisamente esa afirmación, Tú eres Dios. Establece la identidad de Dios en las mentes y los corazones de la creación. Esa identidad de Dios se revela en el Señor Jesucristo, cuya encarnación se concretó en tiempo y espacio humanos.

Entiende que Dios no necesita una entrevista para ocupar el puesto. Él siempre ha sido. Siempre lo será. Dios es Dios. Resulta redundante, pero es necesario recordarlo. Y Él es la morada eterna de los humanos pecadores que ponen su confianza en Él.