Trascender: Un Viaje con Moisés (Salmo 90)Muestra

¿Podemos prolongar nuestra vida? No. Pero los siervos de Dios pueden trascender sus muertes. ¿Cómo?

Veamos la emocionante conclusión de la oración de Moisés.

Que el favor del Señor nuestro Dios esté sobre nosotros.

Confirma en nosotros la obra de nuestras manos;

sí, confirma la obra de nuestras manos. (Salmo 90:17)

En los últimos años, les he recomendado a muchos amigos que lean el Salmo 90:17. No hay nadie de nosotros que no quisiera ofrecer esa oración.

La poderosa palabra “confirmar” tiene dos dimensiones.

Una, Moisés pide a Dios que establezca la obra de su vida. Sin el favor de Dios, todo carece de peso y es en vano. Es necesario que Dios establezca nuestro trabajo y le conceda éxito, tal como lo afirmó Jesús con claridad: “Separados de mí no pueden ustedes hacer nada” (Juan 15:5). Se necesita el favor de Dios para que nuestro trabajo tenga significado espiritual.

En segundo lugar, Moisés invita a Dios a extender nuestro trabajo más allá de nuestras vidas. La frase se repite para enfatizar: sin Dios no podemos hacer nada que tenga valor o consecuencias eternas.

En un pasaje final de la Escritura, y de la historia misma, se escucha una proclamación asombrosa para aquellos que, en medio del trabajo arduo y el sufrimiento, permanecieron fieles:

Entonces oí una voz del cielo que decía: “Escribe: Dichosos los que de ahora en adelante mueren en el Señor”. “Sí —dice el Espíritu—, ellos descansarán de sus fatigosas tareas, pues sus obras los acompañan” (Apocalipsis 14:13).

Esa promesa se extiende canónicamente a todos los creyentes. Cuando Dios obra, tu impacto no tiene fin.

En 1706, dos jóvenes alemanes, de 24 y 29 años, partieron hacia el sureste de la India con una intención misionera. Cometieron todos los errores que podrían cometer misioneros novatos. Pero el sirviente encargado de abanicar al rey —un asistente cercano al trono— escuchó el evangelio a través de ellos y abrazó su mensaje.

Más de 300 años después, estás leyendo las palabras de un descendiente de ese sirviente. La obra de esos misioneros fue confirmada. Llevaron el evangelio a mi familia. Y siglos después, yo deposité mi fe en Cristo. Ellos nunca podrían haber imaginado cómo Dios establecería y extendería su obra por el favor del Señor su Dios.

Comprométete con lo eterno, y tus obras trascenderán la tumba.

¿Puedes prolongar tus días? ¡No! ¿Puedes trascender la muerte? ¡Sí!