Mi Identidad en CristoMuestra

Soy sellado

Estamos en un mundo donde todos creen que la identidad se construye sólo sobre logros, posesiones o las aprobaciones de otros. Pero nosotros como hijos de Dios encontramos nuestra identidad en algo mucho más profundo y eterno que es el sello de Dios

Este sello del Espíritu Santo es mucho más que una simple marca; es una declaración pública de pertenencia. Nos da garantía que somos propiedad de Dios, que hemos sido adaptados en su familia y que tenemos una herencia eterna reservada para nosotros.

Entonces tenemos la seguridad que ya no pertenecemos a las pasiones de este mundo, sino que pertenecemos al mundo venidero donde hay paz y amor en Cristo Jesús, y que pase lo que pase, pertenecemos a Él y nadie puede arrebatarnos esa verdad.

Nos da la esperanza que el Espíritu Santo estará presente en los momentos de dolor y alegría. El sello de Dios implica una transformación continua en nosotros, moldeándonos a la imagen de Cristo y capacitándonos para vivir una vida que honre a Dios.

Así que siéntete orgulloso de ser sellado y gozar de los beneficios de Él.