De Muerte a Vida: Un Regalo Inmerecido De La Gracia De DiosMuestra

Creados para algo más

Fuimos salvados por gracia, pero para caminar en propósito.

Efesios 2:8-10 es uno de los pasajes más claros sobre la salvación por gracia mediante la fe. Nada de lo que hemos hecho puede ganarla; es un don gratuito. La obra de salvación es el regalo de Dios. Pero esa gracia no es pasiva. Dios nos salvó con un propósito: fuimos recreados en Cristo para hacer buenas obras que Él ya preparó para nosotros. Somos su obra maestra, su “poema” viviente.

Esto significa que cada creyente tiene una misión única y sagrada. No vivimos para ganarnos el amor de Dios, sino como respuesta a ese amor. La obediencia no es imposición, sino gratitud. Nuestra vida en Cristo tiene dirección, sentido y fruto. No fuimos salvados para permanecer inmóviles, sino para reflejar la belleza de Dios con acciones concretas.

¿Qué buenas obras me está llamando Dios a caminar hoy, como respuesta a su gracia?