De Muerte a Vida: Un Regalo Inmerecido De La Gracia De DiosMuestra

De muertos a vivientes
Sin Cristo estábamos vivos por fuera, pero muertos por dentro.
Antes de conocer a Cristo, nuestra condición espiritual era de muerte. Aunque vivíamos físicamente, estábamos desconectados de la fuente de la vida verdadera. Seguíamos el curso del mundo, atrapados por deseos egoístas y dominados por una naturaleza rebelde. Esta muerte espiritual no era simplemente una debilidad: era una separación total de Dios, una esclavitud interior que no podíamos romper por nosotros mismos.
El apóstol Pablo no suaviza la verdad: estábamos perdidos, incapaces de salvarnos. Pero es necesario ver esta oscuridad para apreciar plenamente la luz. Reconocer nuestro estado sin Cristo no es para llenarnos de culpa, sino para despertar una gratitud profunda por lo que Dios ha hecho. Esta verdad nos humilla y, a la vez, nos prepara para recibir con gozo la gracia que transforma.
Aunque los cristianos ahora tienen vida, nunca deben olvidar de dónde vinieron. Ellos estaban muertos en sus delitos y pecados.
¿Reconozco cuán profunda era mi necesidad de salvación antes de conocer a Cristo?
Escrituras
Acerca de este Plan

Pasar de muerte a vida es un regalo inmerecido de la gracia de Dios. Efesios 2:1-10 revela el antes y después de nuestra vida en Cristo: muertos en pecado, resucitados por gracia, y creados para buenas obras. Este plan devocional te invita a contemplar el poder salvador de Dios, a agradecer su gracia inmerecida y a caminar en la vida nueva que Él preparó para ti.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://leadershiftglobal.com/