Extraño AmorMuestra

Día 2: Quédate, cuando todos quieran irse

Texto clave: "El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia" (1 Corintios 13:7 NTV)

Jesús pudo haberse bajado de la cruz. Tenía el poder para hacerlo. Pero se quedó. Por amor.

Tú también tienes razones para rendirte. Pero el llamado de Dios no es condicional. Es constante. El verdadero amor se queda cuando duele, cuando no hay reconocimiento, cuando no hay aplausos. Porque se trata de obedecer, no de impresionar. Esto no se trata sólo de cuánto te ama Dios —eso ya lo sabes— sino de cuánto estás permitiendo que ese amor incondicional de Dios se manifieste en ti… hacia otros.

¿Sabes cuál es el problema?

• Queremos recibir amor sin límites, pero ponemos mil condiciones para darlo.
• Hablamos de fe, pero vivimos una relación tóxica con Dios.
• Amamos mientras nos conviene. Pero el amor de Dios no funciona así.

No es cómodo. No es negociable. No es débil. Y si ese amor vive en ti… entonces no puedes seguir viviendo como si amar fuera opcional, porque:

¿Te bajaste de la cruz que Dios te pidió cargar, solo porque nadie te aplaudió por quedarte?

¿No será que estás usando la excusa de “poner límites” para justificar tu falta de amor?

¿En qué momento convertiste el amor de Dios en un contrato y no en un compromiso?

¿Hasta cuándo vas a usar el dolor como excusa para dejar de obedecer el llamado?

Acción del día: Piensa en lo que has querido abandonar. Hoy, decide quedarte por amor a Dios.