Jesús "El Hijo De Dios"Muestra

Jesús, el Rey que Viene – Su regreso y nuestra esperanza
La Biblia nos enseña que Jesús volverá como Rey y Juez. En Apocalipsis 19:11-16, se describe su regreso:
- Montado en un caballo blanco – Símbolo de victoria.
- Con un nombre que nadie conoce – Representando su misterio divino.
- Con una espada que sale de su boca – Su palabra juzgará a las naciones.
En Mateo 24:30-31, Jesús dice que vendrá con gran poder y gloria, reuniendo a sus escogidos.
Vivimos con los ojos puestos en el cielo, no por evasión, sino por esperanza. Jesús, el Rey glorioso, prometió volver, y su regreso no será simbólico ni silencioso: vendrá entre las nubes con poder y majestad, y todo ojo le verá. Pero no vendrá solo a juzgar, sino a reunirse con su Iglesia, su amada, un pueblo preparado, sin mancha ni arruga, vestido de pureza y fidelidad.
Como el novio que viene por su esposa, Jesús vendrá por aquellos que lo esperan con lámparas encendidas y corazones rendidos. Nos encontraremos con Él en las bodas del Cordero, una celebración eterna donde la Iglesia será unida a su Señor para siempre. Allí no habrá más llanto, ni muerte, ni separación. Solo gozo, plenitud y amor perfecto.
Esta esperanza no es una ilusión, es una promesa viva. Y mientras esperamos, nos purificamos, nos preparamos, y vivimos con la certeza de que el Rey viene pronto. Que cuando lo veamos cara a cara, podamos decir: Este es nuestro Dios, le hemos esperado, y Él nos ha salvado.
En Juan 20:7, se menciona un detalle aparentemente pequeño, pero profundamente simbólico: el sudario que cubría el rostro de Jesús no estaba tirado como los demás lienzos, sino doblado cuidadosamente y colocado aparte. Algunos han relacionado este gesto con una antigua tradición judía entre el amo y el siervo: cuando el amo terminaba de comer, arrugaba la servilleta y la dejaba sobre la mesa, indicando que no volvería. Pero si la doblaba y la dejaba a un lado, el mensaje era claro: Volveré.
Aunque no hay evidencia concluyente de que esta costumbre fuera universal en tiempos de Jesús, la imagen es poderosa. Jesús no dejó el sepulcro en desorden ni con prisa. Su salida fue deliberada, ordenada, con un mensaje implícito: He resucitado… y volveré.
Así como el sudario doblado anunciaba un regreso, también lo hace su resurrección. No fue el final, sino el principio de una esperanza viva. Jesús volverá por su Iglesia, por su pueblo, por ti y por mí. Y mientras esperamos, vivimos con la certeza de que el Rey resucitado no ha terminado su obra. Él prometió volver… y lo hará.
Su regreso nos recuerda que debemos vivir preparados. No sabemos el día ni la hora, pero sí sabemos que su victoria es segura. Para nosotros, esto significa que debemos vivir con fe, esperanza y santidad, esperando su venida.
Reflexión
- ¿Cómo puedes vivir cada día esperando su regreso?
- ¿Cómo te motiva su segunda venida a vivir con propósito?
- ¿Qué significa para ti que Jesús es el Rey que viene?
Acerca de este Plan

En este plan de lectura exploraremos la identidad y misión de Jesús a través de la Biblia. Desde su naturaleza eterna hasta su ministerio en la tierra, veremos sus milagros, nombres, profecías y su papel como el Sacerdote Eterno. También analizaremos su muerte y resurrección, su rostro glorificado y su prometido regreso como Rey. Aprenderemos más acerca de un hombre cuyo nacimiento fue profetizado, y que realizó grandes proezas, un hombre lleno de misterios. Y su nombre es Jesús el Hijo de Dios.
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Nos gustaría agradecer a Gian Carlo Maingón Vallejo por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/jn_giancarlogc_