Ansiedad - No Hay Edad Para SentirlaMuestra

La ansiedad no se vence ignorándola, sino enfrentándola con fe. Este puede ser el principio del fin de esa batalla interna que vienes peleando hace días, meses o incluso años.

Dios no sólo quiere consolarte, quiere liberarte completamente. Y esa libertad comienza cuando sueltas el control, dejas de esconder lo que sientes y te atreves a hablar con Dios sin filtros.

Filipenses nos da la fórmula:

1. Ora con sinceridad.
2. Preséntale tus cargas.
3. Agradece, aunque aún no veas la respuesta.

Cuando haces eso, una paz sobrenatural empieza a llenar lo que la ansiedad había ocupado.

No es magia, es relación con Dios. Es confiar en que el mismo Jesús que calmó la tormenta con una palabra, también puede calmar la que hay dentro de ti.

Este es el final de la serie, pero puede ser el inicio de una nueva temporada en tu vida: libre, en paz y con propósito.

Oremos
Padre, hoy cierro esta serie creyendo que tú comienzas algo nuevo en mí. Renuncio a la ansiedad, al miedo y a las mentiras del enemigo. Declaro que tu paz me envuelve, me sostiene y me guía. Gracias porque no estoy solo. Amén.

Reto del día
Comparte con alguien lo que aprendiste en esta serie.
Habla con un amigo, un familiar o incluso por redes sociales. Lo que hoy te sanó, puede ser lo que mañana libere a otro.

El fin de tu ansiedad puede ser el inicio del consuelo de alguien más.