Ayuda, Me Siento FracasadoMuestra

Productivo a la manera de Jesús

Es necesario que aprendamos a ser productivos a la manera de Jesús. En Mateo 25 Jesús enseña acerca de esto a través de una historia que es conocida como la parábola de los tres siervos. Esta historia consiste en un hombre que al emprender un viaje, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno le dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad. Después de mucho tiempo regresó y se acercó con los tres siervos para que le rindieran cuentas de lo que habían hechos con los talentos.

Vamos a aterrizar de manera práctica esta historia en tres enseñanzas:

1. Cada uno recibió de acuerdo a su capacidad

Cada uno de los siervos recibió una cantidad distinta, y no por esto la vida de uno vale más que la de otro, cada uno recibió de acuerdo a su capacidad. De la misma manera cada uno de nosotros hemos recibido algo por parte de Dios, por lo tanto seamos productivos con lo que hoy tenemos en nuestras manos.

Madurar nuestro carácter también se ve como estar en paz con la siguiente realidad, siempre habrá alguien que tendrá más que yo, y no por eso mi vida vale menos, al contrario, ser productivo a la manera de Jesús tiene que ver con valorar la capacidad que Dios me ha dado para ser productivo con lo que Él me ha confiado. No te compares ni pierdas el enfoque, como decimos popularmente, ¡sácale jugo a lo que tienes en las manos!

2. Los siervos rindieron cuentas

El amo no regresó de su viaje para tomarse un café con sus siervos y preguntarles cómo se sintieron durante su ausencia, regresó y les pidió que le rindieran cuentas porque el trabajo productivo se mide en resultados.

Mi nivel de productividad no se mide en intención, esfuerzo, horas dedicadas o sacrificio, se mide fría y objetivamente, por mis resultados. La pregunta, mi amigo, no es si nos consideramos buenos trabajadores, que estoy seguro así lo hacemos, la verdadera cuestión aquí es, ¿somos productivos? Y para esto hay que voltear a ver si estamos produciendo fruto para el provecho de otros, y para darle gloria a Dios. Una muy buena pregunta que nos puede ayudar al evaluarnos en este sentido es la siguiente, ¿cómo esto (mi vida, trabajo, una decisión en cuestión, una relación) beneficia a los demás y le da gloria a Dios?

3. La bendición de Dios es trabajo

Al final de esta historia encontramos las siguientes palabras, a los que usan bien lo que se les da, se les dará aún más y tendrán en abundancia. Jesús nos enseña que aquellos que son productivos reciben más, pero ¿más qué? Más trabajo, porque la bendición de Dios es trabajo. Cuando renovamos nuestra mente con respecto al trabajo productivo entendemos que la bendición de Dios siempre se va a ver como trabajo. El matrimonio es una bendición, pero también es trabajo, lo mismo aplica con los hijos, con los dones y talentos que hemos recibido, con las oportunidades que Dios nos ha dado. Mi amigo, la bendición de Dios es trabajo.

Al final del día, que Dios nos encuentre trabajando con esmero, dando fruto para el provecho de otros y para la gloria de Dios. Ciertamente el trabajo es cansado, pero en la medida que trabajamos nuestro Espíritu se fortalece.

¡Hoy es un buen día para ser productivos!