Ayuda, Me Siento FracasadoMuestra

No hay nada más espiritual que el trabajo productivo

Por alguna razón, no me preguntes por qué, llegamos a creer que Dios no tiene nada que ver con nuestro trabajo. Y en lugar de verlo por lo que realmente es, vemos el trabajo como una carga, se llega el lunes y pensamos, ¡que flojera! Constantemente estamos deseando trabajar menos, y nos llenamos de fe, pero para comprar un boleto de la lotería anhelando sacarnos el premio mayor para vivir de vacaciones y nunca tener que regresar a la oficina ja ja ja, pero la realidad es que no hay nada más espiritual que el trabajo productivo.

Incluso hay personas que piensan que el trabajo es un castigo de Dios, resultado del pecado de Adán y Eva en el jardín del Edén, pero esto no pudiera estar más alejado de la verdad. En Génesis capítulo 2 encontramos estas palabras: Cuando el Señor Dios hizo la tierra y los cielos, no crecían en ella plantas salvajes ni grano porque el Señor Dios aún no había enviado lluvia para regar la tierra, ni había personas que la cultivaran. Dios creó la tierra con la capacidad de producir, pero en un principio no había fruto porque no había personas que trabajaran la tierra. Estamos en Génesis 2, Adán y Eva pecan un capítulo después, lo que esto significa es que el deseo y la voluntad de Dios, desde el principio, es que el hombre y la mujer trabajen de manera productiva.

Mi amigo, el trabajo no es un castigo de Dios, tampoco es una carga, es una bendición. Nuestro trabajo, cualquiera que sea, es una responsabilidad y un llamado espiritual que tú y yo tomamos con gusto todos los días. Nuestra relación con Dios no sólo crece los domingos cuando estamos en la iglesia, nuestro espíritu se conecta con el Espíritu Santo y se fortalece de lunes a sábado, durante nuestra jornada laboral, mientras trabajamos productivamente.

Por eso el mejor antídoto contra el sentir de fracaso es el trabajo productivo, porque Dios nos diseñó para eso, para trabajar. Dios no nos llama a vivir una vida de vacaciones y descanso, y no estoy diciendo que tomarte unas vacaciones está mal, pero Dios trabajó seis días y descansó uno, no al revés. Y así como el ser productivos tiene un alto impacto en nuestro interior, la flojera también lo tiene. Cuando vivimos una vida improductiva, sin trabajo y esfuerzo, nuestro interior se desordena, y es ahí donde somos más propensos a ser gobernados por emociones y pensamientos negativos como el sentir de fracaso.

Hoy quiero animarte a que renovemos nuestra mente, y empecemos a ver nuestro trabajo como un llamado espiritual por parte de Dios, mi amigo no necesitas más vacaciones, necesitas ser más productivo, y ahí en medio de tu jornada laboral encontrarás plenitud al saber que estás dando fruto para el provecho de otros y para la gloria de Dios.