Venga Tu ReinoMuestra

Día 4. Venga tu reino a mi vida

Si ya decidiste seguir a Jesús, hoy puedes renovar ese compromiso orando con convicción: "Señor Jesús, anhelo que te entrones en lo profundo de mi corazón. Deseo ese reino de paz, ese reinado eterno".

Hemos visto cómo Jesús fue anunciado en el Antiguo Testamento, pero también cómo el apóstol Pablo, en el Nuevo Testamento, predicó a la iglesia de Corinto que Jesús era el cumplimiento de esa profecía mesiánica, la Sabiduría en la cual se establecería un reinado justo. Cristo se presenta como el poder y la sabiduría de Dios.

Y el mismo Jesús, en la oración del Padre Nuestro, nos enseñó a clamar al Padre para que su Reino viniera a nuestras vidas. He comprendido que solo podemos anhelar y pedir su Reino en la tierra desde la intimidad con el Padre. Como dice la Escritura, "cierra la puerta"; necesitamos entrar en ese espacio íntimo. Visualízate abriendo esa puerta, y Dios te dice: "Conozco los pensamientos y las necesidades que traes a esta oración, incluso antes de que lo expreses." Incluye una petición especial en tu diálogo con Él: "Venga tu Reino". Mantengamos presente esta parte de la oración, para que pidamos que Dios gobierne plenamente nuestras vidas.

Jesús nos instruyó, en la oración del Padre Nuestro, a orar por el Reino del Padre en la tierra, un reinado caracterizado por:

• Eternidad
• Paz
• Justicia

¿Permito que Jesús gobierne mi vida?