Matrimonios Que TriunfanMuestra

¿Para qué nos casamos?

Todo lo creado por Dios tiene un propósito, y el matrimonio no es la excepción. Cuando no entendemos para qué fue diseñado algo, terminamos usándolo mal o dañándolo. Lo mismo pasa con el matrimonio.

Dios no creó el matrimonio sólo para hacernos felices, sino para cumplir un propósito eterno: reflejar quién es Él, vivir en compañerismo, multiplicarnos y disfrutar la vida en unidad.

1. Reflejar a Dios

El matrimonio refleja a Dios cuando caminamos en unidad, amor, perdón y compromiso. Juntos, mostramos al mundo cómo es el carácter de nuestro Creador.

2. Ser compañeros de vida

Dios nos diseñó para apoyarnos mutuamente, en lo bueno y en lo difícil. El matrimonio es un espacio para crecer juntos, animarnos y completar nuestras fortalezas.

3. Multiplicarnos y dejar legado

Más allá de tener hijos, el matrimonio tiene la misión de multiplicar lo bueno: amor, fe, valores, servicio y propósito. Lo que construyan hoy impactará a sus generaciones.

4. Disfrutar la vida juntos

Dios diseñó el matrimonio para ser disfrutado, no simplemente soportado. Es un espacio para reír, crecer, soñar y experimentar gozo.

Reflexión

¿Cuál de estos propósitos se está viviendo con fuerza en su matrimonio?

¿Cuál necesita ser restaurado?

Desafío

Cuando olvidamos el propósito de Dios y buscamos solo nuestra felicidad, el matrimonio se desvirtúa. Un matrimonio que triunfa mantiene sus objetivos claros, prioriza el “nosotros” y recuerda su propósito, aun en tiempos difíciles.