Legado De FeMuestra

Semillas de Fe y Esperanza
Nuestra mente cobra vida con los sueños, los sueños se nutren de la fe, y la fe se arraiga en los pensamientos que albergamos. La imaginación, esa chispa divina, es la habilidad de visualizar lo que anhelamos. Podemos elegir alimentarla con sueños o con miedos. Los sueños son pensamientos que nos proyectan al futuro con ilusión, motivándonos a obrar bien y acercándonos a Dios. La imaginación nos permite experimentar hoy lo que aún no ha llegado.
Cuando Dios llamó a Abraham a contar las estrellas (Génesis 15:5), lo invitó a soñar, a encender una visión de Su promesa. Salir de nuestra rutina y contemplar las promesas de Dios aviva la fe y nos hace vivir con esperanza. La imaginación enciende la fe. Pero su enemigo es el temor, que nace de pensamientos torcidos que susurran derrota y nos roban el vigor. El temor debilita nuestra fe; los sueños, arraigados en la Palabra de Dios, nos enfocan y fortalecen.
Los pensamientos moldean nuestras acciones, autoimagen y sueños. Lo que pensamos define lo que creemos. Por eso, debemos cultivar pensamientos de fe, esperanza y alegría. Los sueños que vienen de Dios fortalecen nuestra confianza en Él, mostrando lo imposible como alcanzable por Su poder. Los pensamientos son la raíz de nuestra identidad y el timón del futuro. Un pensamiento negativo angustia; uno arraigado en la verdad de Dios renueva las fuerzas y prepara para actuar.
Debemos gobernar nuestras emociones con pensamientos rectos. El salmista ordenó a su alma bendecir al Señor (Salmo 103:1). Pablo nos urge a renovar la mente (Efesios 4:23) y enfocarnos en lo bueno (Filipenses 4:8). Elegimos nuestros pensamientos, pero también somos influenciados por lo que consumimos y quienes nos rodean. Selecciona con sabiduría tus lecturas, conversaciones y compañías. Opta por pensamientos que reflejen el carácter de Dios: paz, fe, gozo. Rechaza lo que robe la calma o hunda en amargura. Filtra el rencor con el perdón.
Para escapar de las sombras, huye de lo que alimenta el temor y contrarresta lo negativo con alabanza y verdad. A veces, los pensamientos sombríos son "dardos del maligno" (Efesios 6:16); no luches solo, elévalos a Dios. Como padres, mostremos el espejo de Dios, no el de las etiquetas humanas; el valor reside en lo que Dios declara. Las palabras de un padre tienen peso eterno (Proverbios 18:21). Si proclamamos: "Dios te dio un propósito", impulsamos a soñar. Usemos palabras de vida (Números 6:24-26), bendiciendo en todo momento (Deuteronomio 6:7), moldeando el carácter y dando alas para el mañana.
Oración Guiada:
"Señor, llena mi mente con pensamientos de esperanza y fe que reflejen Tu verdad (Filipenses 4:8). Despierta mi imaginación para ver Tus promesas cumplidas, como Abraham contó las estrellas (Génesis 15:5). Guarda mi corazón del temor y líbrame de pensamientos que roben mi paz (Efesios 6:16). Pon en mi boca palabras de vida que edifiquen y aviven los sueños de quienes me rodean (Proverbios 18:21). Sana mis heridas y libérame de la culpa, para mirar al futuro con ilusión. Amén."
Acerca de este Plan

Este plan de 3 días te guiará a cultivar los sueños que Dios ha sembrado en tu corazón, descubrir tu propósito divino y fortalecer tu fe a través del poder de tus pensamientos. Explora cómo la visión, los dones y una mente renovada te conectan con el plan de Dios, animándote a vivir con esperanza, integridad y una relación más profunda con Él cada día.
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Nos gustaría agradecer a Vendimia Church por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: vendimia.my.canva.site/ven