Entrega El MandoMuestra

Día 1: Dios Tiene el Control

Al igual que en un barco, donde el capitán es responsable de la navegación y la seguridad, Dios es responsable de guiarnos y protegernos. Podemos confiar en que Él sabe lo que está haciendo, incluso cuando no entendemos por qué suceden ciertas cosas.

A veces, la vida se siente como navegar en un mar agitado. Las responsabilidades, las decisiones difíciles y las emociones intensas pueden golpearnos con fuerza, haciéndonos sentir que perdemos el control. En esos momentos, es natural preguntarnos quién está realmente al mando.

Hoy, exploraremos un pasaje bíblico fascinante que nos ofrece una perspectiva sorprendente sobre el control de Dios. Veremos una "conversación" entre Dios y Satanás que revela cómo Dios es el Capitán supremo de la historia y de nuestras vidas.

Para entender mejor esta conversación, primero conozcamos un poco sobre Job. Él era un hombre que vivió hace mucho tiempo en la tierra de Uz. La Biblia lo describe como "perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal" (Job 1:8 RVR60). Job tenía una gran familia, muchas riquezas y era muy respetado. En resumen, Job tenía una vida que muchos considerarían ideal.

Pero la historia de Job no se centra sólo en su vida perfecta; nos muestra cómo Dios tiene el control incluso en los momentos más difíciles. En Job 1:6-7, encontramos una escena en el cielo donde los ángeles se presentan ante Dios, y Satanás también aparece. Dios le pregunta a Satanás de dónde viene, y él responde que ha estado "rodeando la tierra".

Este intercambio revela algo crucial: Satanás no actúa independientemente; está bajo el control de Dios. Dios tiene la autoridad final. Como dice el dicho, "Donde manda capitán, no manda marinero". Es decir, Dios, como el Capitán, toma las decisiones, y nosotros, como "marineros", confiamos en su dirección. El Salmo 103:19 refuerza esta idea: "Jehová estableció en los cielos su trono, Y su reino domina sobre todos". Dios no sólo tiene control en el cielo, sino también sobre todo lo que sucede en la tierra. Aunque a veces las cosas parezcan caóticas, Dios sigue siendo el Rey Soberano.

En contraste, 1 Pedro 5:8 nos advierte que Satanás es como un león rugiente, buscando a quién devorar. Él quiere hacernos creer que no hay control, que estamos a la deriva. Pero la verdad es que Dios es más poderoso y tiene el control sobre Satanás y sus planes. Aquí encontramos una verdad fundamental para nuestras vidas: cuando permitimos que Dios tome el control absoluto, experimentamos una transformación completa.

Hay una paz que sobrepasa todo entendimiento, una felicidad que no depende de las circunstancias, un propósito que nos da dirección y una plenitud que abarca todas las áreas de nuestro ser. Todo fluye armoniosamente, y crecemos en todos los sentidos, como un barco que navega con seguridad bajo la guía de un capitán experto.

En cambio, cuando insistimos en controlar cada aspecto de nuestra vida, el resultado es inevitable: estrés, estancamiento, problemas y dificultades constantes. Terminamos sintiéndonos perdidos y confundidos, sin rumbo fijo, como Satanás vagando por la tierra, como un barco sin capitán, a merced de las olas y el viento, destinado al caos.

Así como en un barco el capitán es responsable de la navegación y la seguridad, Dios es responsable de guiarnos y protegernos. Podemos confiar en que Él sabe lo que hace, incluso cuando no entendemos por qué suceden ciertas cosas.

Aplicación:
Reflexiona honestamente: ¿En qué áreas de tu vida te cuesta más soltar el control y confiar en Dios? Sé específico. (Ejemplos: ¿Tus planes de estudio, tus relaciones, tus redes sociales, tus finanzas, tu futuro profesional?)

Elige tu camino: Piensa en los dos escenarios que hemos visto. ¿Cuál describe mejor tu situación actual? ¿Estás permitiendo que Dios sea el Capitán de tu vida, guiándote con su sabiduría y amor? ¿O estás intentando tomar el timón tú mismo, sintiéndote abrumado y perdido?

Entrega el timón: Escribe una oración sincera entregándole esas áreas a Dios. No sólo le pidas ayuda, sino que reconoce activamente que Él es el Capitán y que decides confiar en su plan perfecto para ti.