Devocional Junio "Lámpara a mis pies"Muestra

“Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban” (Marcos 5:20 RVR1960).

El día de ayer el Señor nos habló sobre la importancia del testimonio y hoy podemos profundizar un poco más sobre eso. Muchas personas piensan que no tienen autoridad para predicar como los grandes pastores o evangelistas que existen en el mundo, pero este pasaje de la Biblia nos muestra una gran verdad: para predicar solamente necesitas contar tu historia con Jesús.

Qué tanta elocuencia o preparación crees que tenía la persona que la Biblia describe como “el endemoniado gadareno”, alguien que vivía en los cementerios, sin ropa y atacando personas con piedras. Tu situación, por difícil que sea, no se compara con la de él. Sin embargo, nada de esto fue impedimento para que él predicara sobre Jesús.

Además este pasaje nos muestra la manera sencilla en la que podemos compartir nuestra fe: contar las grandes cosas que Jesús ha hecho en nuestras vidas. Este hombre fue capaz de predicar por 10 ciudades y de contarles a todas las personas la forma en la que Jesús lo había liberado y le había dado una buena vida.

El día de hoy es una valiosa oportunidad para pensar si tal vez has puesto muchas excusas para no compartir el mensaje de salvación y también para determinarse a ser una persona agradecida. Si el Señor te salvó, lo mínimo que puedes hacer para demostrar el agradecimiento es permitir que otros también conozcan a Cristo y sean salvos.

El deseo ardiente del corazón de Dios es la salvación de las personas y la buena noticia es que el Señor nos escogió para hacer parte de este grandioso plan. No existe una satisfacción más grande que saber que de verdad podemos hacer algo para Dios.