Ven Tal Como Eres: Un Viaje con Jesús para MujeresMuestra

La historia de la mujer samaritana en el pozo, en Juan 4:7-40, revela una verdad poderosa: Jesús nos encuentra donde estamos; sin importar nuestro pasado, nuestro dolor o cómo nos vean los demás. Este encuentro nos muestra que nadie está demasiado roto o es indigno de Su amor y gracia.
Una Conversación Inesperada
En Su viaje de Judea a Galilea, Jesús pasó por Samaria, un lugar que la mayoría de los judíos evitaban debido a tensiones culturales y raciales. Al descansar cerca del pozo de Jacob al mediodía, llegó una mujer samaritana para sacar agua. Este horario era inusual, ya que la mayoría de las mujeres iban por la mañana temprano, lo que sugiere que probablemente estaba evitando el juicio de los demás debido a su reputación.
Cuando Jesús le pidió agua, la mujer quedó sorprendida. En ese tiempo, los judíos no se relacionaban con los samaritanos, y los hombres no hablaban públicamente con mujeres que no conocían. Pero Jesús rompió estas barreras sociales y comenzó una conversación con ella. Esta simple petición era más que una necesidad física; era una invitación a una relación más profunda y transformadora.
¿Qué nos revela esto acerca de Jesús? Nos muestra que Él no está limitado por normas sociales o prejuicios humanos. Jesús nos busca sin importar nuestro origen, nuestros fracasos o nuestra posición social. Para Él, nadie está olvidada o es indigna de Su amor.
Jesús Conoce Nuestras Necesidades Más Profundas
A medida que la conversación continuaba, Jesús habló del "agua viva", un símbolo de la vida eterna a través del Espíritu Santo. Al principio, la mujer no entendió completamente y pensó que Jesús se refería a un alivio físico para no tener que volver al pozo. Pero Jesús estaba hablando de algo mucho más profundo: el anhelo de satisfacción, propósito y restauración que solo Él puede llenar.
Para revelar su verdadera necesidad, Jesús le pidió que llamara a su esposo. Al hacerlo, expuso la realidad dolorosa de su vida: había tenido cinco maridos y ahora vivía con un hombre que no era su esposo. A pesar de conocer su historia, Jesús no la condenó ni la rechazó. En cambio, con compasión, le ofreció el regalo de una vida nueva que ningún logro humano podía darle.
Este momento nos recuerda que Jesús conoce cada detalle de nuestra vida—lo bueno, lo malo y lo roto—y aun así nos invita a acercarnos a Él. Ningún pecado o secreto está oculto para Él, y nada puede alejarnos de Su amor redentor.
Una Vida Transformada
Cuando la mujer samaritana se dio cuenta de que estaba hablando con el Mesías, todo cambió. Dejó su cántaro; la razón por la que había ido al pozo; y corrió de vuelta al pueblo para contarles a todos: "Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será este el Cristo?".
La misma mujer que probablemente había sido rechazada por su comunidad se convirtió en una mensajera de esperanza. Muchos samaritanos creyeron en Jesús gracias a su testimonio, y aún más llegaron a creer después de escuchar a Jesús por sí mismos.
¿Qué significa esto para nosotros hoy? No importa lo que hayamos hecho o dónde hayamos estado, Jesús puede transformar nuestras vidas y usarnos para llevar esperanza a los demás. Cuando experimentamos Su gracia, nuestra respuesta natural es compartir esa esperanza con quienes nos rodean.
¿Qué Estás Buscando Para Satisfacer Tu Sed?
La mujer samaritana fue al pozo buscando agua, pero encontró algo mucho más valioso: una nueva vida llena de esperanza y propósito. Al igual que ella, a menudo buscamos satisfacer nuestra sed espiritual con cosas temporales: relaciones, éxito, posesiones o distracciones; pero nada puede llenar ese vacío excepto Jesús y el agua viva que Él ofrece.
En Juan 7:37-38, Jesús dice:
"Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva".
Esta invitación es para ti. No importa qué tan grande sea tu necesidad de paz, perdón o propósito, Jesús es la fuente que nunca se agota.
Da un Paso Hacia Jesús
Al igual que la mujer samaritana, tú también puedes acercarte a Jesús y recibir el agua viva que Él ofrece. Aquí tienes algunas formas de responder:
- Sé honesta con Jesús – Él ya conoce tu historia. Exprésale confianza y dile lo que necesitas, tus temores y tus deseos.
- Acepta Su Gracia – No importa tu pasado, Jesús te ofrece perdón y un nuevo comienzo. No necesitas arreglar tu vida antes de acudir a Él.
- Comparte Tu Historia – Así como la mujer en el pozo, tu testimonio puede guiar a otros hacia Jesús. ¿A quién en tu vida puedes contarle lo que Él ha hecho por ti?
Desafío: Esta semana, identifica un área en tu vida donde has estado tratando de satisfacer tus propias necesidades sin acudir a Jesús. Entrégasela a Él y confía en que Él es suficiente. Luego, piensa en alguien que necesita escuchar el mensaje de esperanza y comparte tu historia con ellos.
Jesús nos encuentra donde estamos, pero no nos deja ahí. Deja que Él sacie tu sed más profunda y transforme tu vida.
Escrituras
Acerca de este Plan

Jesús nos encuentra en nuestras luchas, ofreciéndonos amor, gracia y transformación. Esta serie devocional explora las historias de mujeres que lo encontraron y fueron cambiadas para siempre. Si enfrentas dolor, miedo o dudas, Sus palabras traen esperanza y renovación. Jesús te ve, te conoce y te ama profundamente. Si anhelas paz y un nuevo comienzo, esta serie es para ti. Deja que Su verdad restaure tu espíritu y te guíe en la fe. Como las mujeres que Él encontró, deja atrás tus cargas y abraza la vida que Él te ofrece—una llena de amor, propósito y esperanza.
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Nos gustaría agradecer a Jesus Film Project por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://your.nextstep.is/operacionesperanza