Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Jesús en Mi BarcaMuestra

Jesús en  Mi Barca

DÍA 2 DE 5

No temas, Jesús está en tu barca

La valentía, el coraje, las ganas de luchar y de vencer son cualidades que todos quisiéramos tener. Todas ellas nos ayudan a enfrentar las situaciones que se nos presentan sin temor, sin ganas de salir corriendo. Ser valientes es algo así como estar en control aun cuando los desafíos que nos presenta la vida sean más grandes que nosotros.

La realidad es que, por más que quisiéramos que así fuese, no siempre somos lo fuerte y valientes que nos gustaría ser. Hay momentos en la vida que quisiéramos tener alas como las aves y levantar el vuelo para escapar. Así se sentía el salmista cuando dijo: “Temor y temblor vinieron sobre mí, y terror me ha cubierto. Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría. Ciertamente huiría lejos; moraría en el desierto" (Sal. 55:5-7).

Nos sorprendemos cuando vemos que esta expresión sale de la boca del hombre que en su juventud enfrentó a Goliat con una demostración de imponente valentía. David tuvo sus momentos de gran coraje, de extraordinaria confianza en el Dios a quien servía. Pero también tuvo sus momentos donde el alma le tembló al estar plenamente consciente de su humana debilidad.

Una de las palabras que más Dios nos repite de principio a fin en su Palabra es, “no temas". Dios sabe que necesitamos, de vez en cuando, un empujoncito. Porque el temor nos detiene, es esa sensación tan negativa que hace que nuestra mirada se desvíe de nuestro Todopoderoso Dios para posarse en nuestra frágil pequeñez. Es ese momento en el que nuestros ojos se van hacia la tormenta olvidándonos de que Cristo está en nuestra barca.

Lo que me encanta de mi Señor es su comprensión, su amor, su deseo de que nuestra confianza en Él se afirme y que sepamos que su presencia está siempre con nosotros.

Veamos el consejo que le da a su pueblo: “Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. Decid a los de corazón apocado: esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará" (Is. 35:3-4).

El Señor Jesús vino y nos salvó. Por la fe en su obra en la cruz, no solo hemos sido perdonados y salvados, también su amor ha sido derramado en nuestros corazones y su presencia está con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.

Y ese perfecto amor en nosotros, echa fuera el temor 1 Jn. 4:18. Lo importante y necesario es que sepamos que no confiamos, como solíamos hacer antes, en la fe en nosotros mismos, que unas veces era fuerte y otras era muy débil. En Cristo nuestra fe está puesta en Él, en sus fuerzas, en su poder, en su victoria, en su ayuda.

Escuchemos a nuestro amoroso y comprensivo Dios, animándonos a creer y esperar en Él. “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Is. 41:10).

Acerca de este Plan

Jesús en  Mi Barca

Cada uno de nosotros navegamos en la vida, unos solos y otros muy bien acompañados. Los que hemos sido redimidos por Jesucristo, nuestro Salvador, podemos tener la certeza de que, en nuestra barca, Cristo está presente. En este plan veremos cómo la ayuda del Señor siempre está disponible para nosotros, los que hemos creído en su obra redentora. Gracias a Dios, porque Cristo Jesús ha entrado a nuestra marca.

More

Nos gustaría agradecer a Grettchen Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: facebook.com/GrettchenStage