El amorMuestra

Día 5: Compartiendo el verdadero amor

El ministerio de Cristo que hacen sus seguidores aquí en la tierra

Como creyente, eres elegido y ordenado para “ir a todo el mundo y predicar el evangelio de Cristo”.

Millones de personas están llenando las bancas de la iglesia todos los domingos, creyendo que están en buenos términos con Dios, simplemente porque se aparecen en la iglesia. Sin embargo, ellos han creado su propio concepto de quién es Cristo: alguien como ellos, formado por su propia manera de vivir. Cuando te acercas a ellos y les dices la verdad de la sangre de Cristo, un nuevo nacimiento, una separación del mundo, un camino de sumisión y obediencia llevando la luz de Cristo a los perdidos también...

Que fuimos llamados a buscar los perdidos y a iluminar el mundo con el amor de Dios... Este evangelio fue hecho por Dios de una forma personal, pero esto no quiere decir que es solo mío, quiere decir que tengo la obligación de ser un instrumento apto en las manos de Dios para llevar amor al mundo.

Dios hace un llamado a las personas para desempeñar distintos papeles, para situaciones diferentes y para diversas temporadas de vida. Hermosa oportunidad tenemos para compartir la verdad vivificante de Jesús al mundo. Pero no importa cuánto compartamos de la misericordia, la gracia y el amor a Cristo, lo único que derriba los muros levantados por personas de duro corazón es la presencia de Jesús, por medio de la obra del Espíritu Santo. ¡No te rindas!

ORACIÓN:

Gracias, Dios y Padre mío. Hoy me gustaría comenzar esta oración con un corazón agradecido delante de ti por esta gran oportunidad que me regalas de ser un instrumento útil en tus manos. Aquí estoy, mi vida, todo lo que soy lo rindo ante ti para que me utilices y poder llevar las buenas nuevas de salvación al mundo. Gracias por llamarme por mi nombre de entre miles, y depositar en mí esta gran tarea de predicar tu evangelio. Ayúdame a que en todo momento de mi vida te dé la gloria que tú te mereces; guía mi corazón en todo momento para ser agradecido. ¡Amén!