Devocional Juvenil Experiencia de Adoración de 40 DíasMuestra

¿En qué momento de tu vida recuerdas haber sentido más paz? Tal vez estabas sentado junto a un lago disfrutando de una increíble puesta de sol, o estabas en casa con tu familia, o riendo con tus mejores amigos. Tal vez pensaste: “Desearía sentirme así para siempre”.

La paz es un regalo, y es la segunda oración sencilla que quiero compartir contigo: “Jesús, dame Tu paz”.

La paz de Dios es diferente de la paz que sentimos cuando las cosas van bien en nuestras vidas. Esa paz va y viene, pero la paz de Dios permanece fuerte incluso en las peores circunstancias. La clave es acudir a Dios con tus necesidades y agradecerle por todo lo que ha hecho. A través de este proceso, desbloqueas la paz de Dios, una paz que guarda tu corazón y tu mente mientras permaneces cerca de Jesús.

Tus preocupaciones a menudo tienen que ver con las cosas más cercanas a tu corazón: las cosas que más te importan. Dios te invita a confiarle tus inquietudes y recibir Su serena confirmación de que todo estará bien.

Si necesitas paz en este momento, tómate unos minutos para entregar tus preocupaciones y cargas a Dios el Padre. Recuerda que Él te ama y cuida de ti. Luego, pídele la paz que tu corazón anhela: “Jesús, dame Tu paz”.

Reflexiona

¿Necesitas más paz? ¿Qué preocupaciones y miedos podrías entregarle a Dios?