Afilando mi espadaMuestra

Hebreos 9 profundiza en el significado del sacrificio de Jesús en comparación con el sistema sacrificial del Antiguo Testamento. El autor de Hebreos presenta una visión poderosa de cómo la sangre de los animales, antes necesaria para la expiación de los pecados, es ahora superada por la sangre de Jesús, quien ofrece un sacrificio perfecto y eterno. Al conectar el antiguo sistema de sacrificios con el sacrificio de Jesús, este capítulo destaca la grandeza de Su entrega y el impacto transformador que tiene para la redención de la humanidad.

Permite que esta lectura te hable acerca del amor inmenso que se revela en el sacrificio de Jesús. Que Su entrega perfecta inspire en ti una gratitud profunda y una comprensión renovada del alcance de Su redención en tu vida.

En Hebreos 9 se describe a Cristo como el Sumo Sacerdote que entra en el lugar santísimo no con sangre de machos cabríos o becerros, sino con Su propia sangre. Esto establece un contraste claro entre el antiguo pacto y el nuevo. En el Antiguo Testamento el sumo sacerdote entraba al Lugar Santísimo una vez al año, llevando la sangre para expiar los pecados del pueblo. Sin embargo, la obra de Cristo es decisiva y definitiva. Su sacrificio no solo cubre los pecados, sino que los quita de manera permanente.

El versículo 14 destaca que la sangre de Cristo limpia nuestras conciencias de obras muertas para que sirvamos al Dios vivo. Este es un recordatorio profundo de que no solo hemos sido perdonados, sino también capacitados para servir a Dios con pureza de corazón. La obra redentora de Cristo no es solo una cuestión de perdón; implica una transformación radical en nuestra forma de vivir.

Como cristianos, debemos recordar que la sangre de Cristo nos ofrece una nueva identidad y un nuevo propósito. Al aceptar este sacrificio, no solo somos liberados de la condenación, sino que también somos llamados a vivir una vida de servicio y adoración. Esto implica vivir en la libertad que nos brinda el perdón, sirviendo a Dios con alegría y pasión.