Afilando mi espadaMuestra

En 1 Tesalonicenses, capítulo 2, Pablo menciona la ira de Dios sobre aquellos que se oponen al evangelio y rechazan a Cristo. De manera similar, Isaías 26:21 habla del juicio de Dios que vendrá sobre la tierra por su iniquidad. En este pasaje, Isaías proclama que Dios actuará con justicia, castigando la maldad y revelando la sangre derramada.

Al profundizar en este pasaje, reflexiona sobre cómo la justicia de Dios, tal como se expresa en Isaías, traerá tanto redención como juicio a los que han rechazado Su verdad.

Este pasaje nos recuerda la realidad de la justicia divina. Aunque a veces parece que la maldad prospera y aquellos que oprimen o rechazan a Dios no enfrentan consecuencias, tanto Pablo como Isaías nos aseguran que Dios no es indiferente ante la injusticia. Él actuará en su tiempo, trayendo juicio y vindicación. Esta verdad nos desafía a examinar nuestras propias vidas, confiando en que Dios hará justicia en el momento oportuno. En medio de la maldad o la injusticia que podamos enfrentar, confiemos en que el Señor actuará con rectitud.