Esperanza De Un AmanecerMuestra

UN DIA A LA VEZ

Jesús expresó que cada día traería consigo su propio afán. Por lo que lo más inteligente que podemos hacer es vivir cada mañana, tarde y noche con relativa calma y con la confianza de que Él está con nosotros pese a nuestras faltas. Si confío en Él seré liberado de mis propios temores. Una de las luchas particulares que siempre he enfrentado se asocia al rechazo. El ser rechazado era algo que me frustraba y producía ira e incluso incredulidad en las personas. Casi siempre quienes me buscaban lo hacían por el interés de ser ayudados, luego que recibían ayuda se alejaban. Eso marcó mucho mi vida, hasta el punto mi corazón se endureció y me vi obligado a no aperturar mi afecto con facilidad.

No obstante, en ese proceso de lucha yo terminé rechazando a personas que en esencia me amaban, les lastimaba en la medida de que no creía en ellos y me alejaba para no ser herido por quienes según yo podían hacerlo, pero resultó que terminaba rechazando a aquellos que querían ser parte de mi vida. Fue allí donde Dios tuvo un trato particular conmigo y mis actitudes hacia los demás. Hoy por hoy en Dios, trato de vivir un día a la vez, no juzgando las intenciones de los demás sus motivaciones de acercarse a mí.

Tengo esperanza, porque tengo confianza en que el Dios que me ha librado en el pasado, lo harpa también el presente y en el futuro. Haz conmigo esta oración:

“Señor Jesús, ayúdame a vivir para ti de una manera intencional. Que haya en mi la intención de agradarte y amarte cada día más. Hoy oro a ti para que la frustración, el desanimo y la desesperanza no hagan nido ni en mi mente ni en mi corazón. Amén".