Aprendiendo a ser amadoMuestra

Conociendo el amor cuando no lo sentimos

Si Dios nos ama, ¿por qué sufrimos?

El principal obstáculo para aceptar el amor de Dios es todo el sufrimiento, las heridas y el odio que vemos, sentimos y experimentamos en el mundo.

La enfermedad, la injusticia y el dolor nos hacen sentir no amados y solos. Las heridas emocionales dejadas por actos malvados nos hacen sentir demasiado rotos como para sentirnos plenos nuevamente. La corrupción y la depravación en nuestras familias, iglesias y corazones pueden hacernos cuestionar si un Dios de amor realmente existe.

Ignorar o justificar estas realidades no es la solución. El amor de Dios no se aprende ni se experimenta evitando el dolor o actuando como si nuestras heridas no existieran.

Solo al entrar en nuestro dolor pasado y sufrimiento presente aprenderemos cuán inmenso, resistente y extraordinariamente bueno es realmente el amor de Dios.

No podemos describir estos temas extremadamente sensibles e importantes en un plan de lectura corto, aunque lo intentamos en nuestro libro Aprendiendo a ser amado. Por ahora, exploremos uno de los pasajes bíblicos más hermosos sobre cómo se experimenta el amor de Dios en el sufrimiento.

En el pasaje que estás a punto de leer, vemos dos verdades sin las cuales no podemos vivir.

Primero, fue a través del sufrimiento, la violencia y el dolor que se nos mostró el amor más grande que el mundo ha conocido. Jesús murió por nosotros en la cruz para mostrarnos su amor y ofrecernos una relación de amor con Él. La cruz nos muestra un amor más fuerte que el sufrimiento y las heridas. Jesús nos muestra un amor tan profundo que traspasa el dolor y la muerte.

Segundo, Dios trabaja a través del sufrimiento para derramar su amor más y más profundamente en nuestros corazones. El sufrimiento puede despojarnos de todo, robarnos nuestros sueños más profundos y quitarnos lo que más valoramos. ¿Qué queda después de que el dolor y el mal de nuestro mundo hacen lo suyo? Nada más que la esperanza que tenemos en Jesús. Solo un amor que entró en el dolor podrá guiarnos a través del dolor.

Estas breves respuestas nunca serán suficientes para hablar del sufrimiento que muchos han soportado. Pero las palabras de la Escritura y el amor de Jesús sí pueden.

Medita en este importante pasaje. Observa el amor que Jesús tiene por ti y su decisión de sufrir y morir por ti. También, descubre cómo redime Dios el sufrimiento como un medio para derramar más de su amor en tu corazón.

Gracias por acompañarnos en este aprendizaje del amor de Dios. Te invitamos a continuar leyendo Aprendiendo a ser amado. Hay tantas maneras gloriosas en las que Dios quiere mostrarte su amor. En el libro, exploramos veinte de ellas.

Por ahora, al leer estos versículos de Romanos, considera cuánto te ama Dios incluso en medio del sufrimiento.