Ama Sin LímitesMuestra

AMAR O NO AMAR NO ES EL DILEMA, ES SI ESTAMOS DISPUESTAS A AMAR A DIOS CON TODO NUESTRO SER Y A OTROS COMO ÉL NOS HA AMADO.

Como hemos dicho a lo largo de este devocional, el amor no es solo un sentimiento, una reacción física o una acción. Cuando lo limitamos a ser únicamente un sentimiento, decimos lo siguiente: «Siento que ya no lo amo»; «Siento que ya se me acabó el amor»; «Ya no siento nada por esa persona». Puede ser una forma común de expresar la falta de amor, pero si vamos más allá y discernimos, nos encontraremos con que el sentimiento es quien nos está gobernando.

Sentir que amamos o no amamos es un mal termómetro para hacer esa afirmación. ¿Por qué sentimos que ya no amamos? Porque nos lastimaron o nos hicieron algo que no nos gustó, porque no nos dieron lo que deseábamos o porque la persona ha cambiado y ya no nos gusta. ¿Cuándo empezó a cambiar ese sentimiento? Lo cierto es que la Biblia no nos llama a guiarnos por nuestros sentimientos, sino por la renovación de nuestra mente en la Palabra de Dios que nos lleva a su perfecta, agradable y buena voluntad (Ro 12:2).

Dios nos hizo seres materiales e inmateriales, es decir, tenemos un cuerpo físico y un alma espiritual. Por lo tanto, lo que sentimos (inmaterial) proviene de nuestro interior y se hace ver en nuestro cuerpo. Por eso, decimos que sentimos algo. Sin embargo, debido al pecado, nuestros pensamientos están mezclados con todo lo que hemos hablado anteriormente, con egoísmo, enojo, orgullo, falta de perdón, con la manera en la que esperamos ser amadas, etc.

Así que, la próxima vez que tomes una decisión para valorar a quién amas y a quién no, o si el amor ya se te ha acabado, toma un tiempo para meditar en qué has estado pensando sobre esa situación o persona, pregúntate qué sentimientos evocan a raíz de esos pensamientos y por qué te hacen sentir como lo hacen. Llévalos al Señor, pide perdón si es necesario o perdona. Haz pronto lo que sea necesario para no guardar en tu corazón amargura o enojo que, al final, es pecado contra Él.

• Aprende: ¿Has sentido que ya no amas a alguien? ¿Por qué?
• Vive: Lee Romanos 8:5-8. ¿Qué dice acerca de la mente? Luego, lee Mateo 22:37. ¿Qué dice Jesús sobre el amor y la mente? Continúa leyendo Filipenses 4:7. ¿Cómo debe ser el estado de tu mente? Por último, medita en cuánto Dios nos pide guardar nuestra mente para que nuestras emociones le sigan.
• Lidera: Si conoces a una amiga que es dominada por sus sentimientos, comparte con ella este devocional y oren juntas.

Oración

Padre amado, gracias por amarnos genuinamente, por amarnos racionalmente y por pensarnos antes de la fundación del mundo por amor. Ayúdanos a amar así a otros, ayúdanos a no usarlos y ayúdanos a no guiarnos por nuestros sentimientos para tomar decisiones que afecten a otros, incluyendo a nuestra familia. Ayúdanos a amarte a ti primero de manera que perseveremos en amar a otros porque tú nos has llenado completamente. En Jesús, amén.