Valentía

“… ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el SEÑOR tu Dios te acompañará dondequiera que vayas” (Josué 1:9).

Hace unos años tuve la oportunidad de disfrutar, junto a una amada amiga, de una de las atracciones más famosas de Puerto Rico: Toro Verde. Es un parque de aventuras con hermosos paisajes, ubicado en el pueblo de Orocovis. Experimenté de sus atracciones: Zipline (es una actividad que consiste en desplazarse a través de uno, dos o más cables de acero con unas poleas que están extendidos y montados en una inclinación, sujeto en cada extremo por árboles o plataforma, formando un punto de inicio y final) y La Bestia (zipline donde puedes alcanzar una velocidad de hasta 100km/h).

Jamás había hecho una cosa como esta. No puedo negar que me sentía inquieta, a la expectativa de lo que iba a experimentar. ¡Fue emocionante! Ver parte de la naturaleza de la isla desde una gran altura, con el aire rozando en la cara y sentir que vuelas es algo inexplicable. Pero para realizar esa hazaña tuve que ser valiente. Me lo disfruté y mucho, pero no dejaba de tener su riesgo. ¿Y qué no tiene riesgo en esta vida? Cosas tan simples como comer, bañarte, usar una escalera…todo tiene su riesgo y si lo pensáramos no haríamos nada.

Pero Dios en su Palabra nos dice que nos esforcemos y seamos valientes. Para vivir cada día tenemos que ser valientes: para trabajar, para amar, para confiar…necesitamos valentía. Y para ser valientes necesitamos tener fe. Debemos creer en Dios, en Sus planes para nosotros y en nosotros mismos para lograr las cosas en la vida.

No importa el panorama que tengas ahora mismo en tus manos, enfócate en lo que quieres lograr: estudiar, conseguir un trabajo, educar a tus hijos, destacarte en tu área de trabajo, levantarte de una depresión, disfrutar tus nietos, disfrutar de tu matrimonio…Sea lo que sea que quieres alcanzar, ten fe en Dios y ten valentía. Tú puedes hacerlo y lo lograrás, en el nombre de Jesús. ¡Amén!