Una vida de intimidad con DiosMuestra

El protocolo para entrar a Su presencia
“¿Quién puede entrar a tu presencia...?”, Salmo 15:1 (NTV). “¿Quién permanecerá en su lugar santo?”, Salmo 24:3 (RVA).
Los Salmos 15 y 24 establecen las condiciones necesarias para la comunión con Dios:
El bien ser. “El que anda en integridad”, Salmo 15:2.
Dios espera que las personas que se acercan a Él guarden semejanza con su carácter: “Él reserva su ayuda para la gente íntegra y protege a los de conducta intachable”, Proverbios 2:7 (BAD). “El Señor... es el mejor amigo del hombre honesto”, Proverbios 3:32 (PDT). “El SEÑOR... se deleita en los que tienen integridad”, Proverbios 11:20 (NTV).
A diferencia de nuestra cultura que venera la educación instructiva o de conocimiento, al Señor le interesa el carácter y el desarrollo de la persona. En estos Salmos se establecen diez requisitos esenciales: vivir en integridad, hacer justicia, no mentir, no calumniar, no hacer mal al prójimo, no reprochar, no menospreciar, no jurar para hacer daño, no practicar la usura y no admitir soborno.
Para el apóstol Pablo el liderazgo de vida era indispensable para el liderazgo organizacional, 1ª Timoteo 3:1-7; Tito 1:5. De los quince requisitos aludidos en la carta enviada a Timoteo, trece se relacionan con el carácter. En otras palabras, nadie puede liderar la iglesia de Dios, a menos que haya aprendido a liderar su propia vida.
¿Cómo demostrar integridad? Siendo puntual y respetuoso del tiempo de los demás. Siendo fiel y cumpliendo las promesas que hacemos. Trabajando de buena gana y no a reglamento. Haciendo lo que es correcto cuando nadie nos mira. Diciendo la verdad. No hablando mal de otros.
Cierto día Billy Graham cruzó la calle tomado de la mano de una señorita. Alguien tomó una fotografía y la publicó. El artículo decía: “Billy Graham camina de la mano de su amante en Europa”. Cuando lo llamaron para pedirle cuentas, Billy Graham afirmó que sí anduvo de la mano con esa señorita por Europa, pero que no era su amante sino su hija. ¿Crees que la persona que escribió el artículo se rectificó aclarando la situación? ¿Cuántas veces has difamado a personas y luego te diste cuenta de que no era como pensabas? ¿Aceptaste tu error? ¿Hiciste algo para enmendarlo?
Toma un tiempo de oración y pídele al Señor perdón por aquellos actos que manifestaron falta de integridad. Pídele que te recuerde lo que has ignorado, pues son pecados que están impidiendo tu comunión y bendición.
Acerca de este Plan

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).
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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/
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