Camino a la sanidad: reconfortado, ungido y rescatadoMuestra

Siguiendo las órdenes del médico

Galaad era un lugar conocido por producir un bálsamo curativo muy utilizado en los tiempos bíblicos. Jeremías se lamentaba por el dolor de su pueblo, pues habiendo conocido a Dios parecía que no había ningún remedio para ellos. Tenían una tierra que producía ese bálsamo de medicina, pero no encontraban sanidad. Era completamente irónico, y en esa ironía, Jeremías expresa la condición de un pueblo que permanecía herido y en dolor.

La influencia de otros dioses y de otras costumbres extranjeras los había alejado de confiar en el único Dios capaz de sanar cualquier condición. De la misma manera, muchas veces nosotros sin saberlo, estamos siendo influenciados por cosas a las que recurrimos en medio de nuestro dolor y creemos que encontraremos sanidad ahí cuando no es la sanidad que necesitamos. Entonces, no podemos ver una verdadera sanidad en nosotros.

Luego de la travesía de cruzar el Mar Rojo, el pueblo de Israel estuvo sin beber agua por tres días. Llegaron al Oasis de Mara pero no podían beber el agua pues era muy amarga. Sin embargo, Moisés clamó a Dios y el Señor hizo del agua una potable. En ese momento, Dios se reveló a ellos como Jehová Rafa. Él les dijo: “Si ustedes me escuchan y hacen lo que es correcto ante mis ojos, no les enviare ninguna de las enfermedades de Egipto porque yo soy el Señor que los sana”.

Querido amigo, cuando vas a un médico, necesitas seguir sus órdenes. De lo contrario, difícilmente te curarás. El Señor es la medicina para tu dolor y la sanidad está en seguir sus órdenes y sus mandatos. En este momento, enfoca tu vida en estar en alineamiento con lo que el médico a prescrito: viviendo en obediencia y confianza en su palabra. A medida que vayas haciendo esto, su sanidad fluirá. El dolor se irá y comenzarás a recobrar ánimos y fuerzas para continuar lo que te espera adelante.

Medita: ¿Cómo puedes confiar más en la sanidad que viene del Señor? ¿Hay algo que puede estar ocupando el lugar de esa confianza? ¿De qué manera puedes vivir en mayor alineamiento con la Palabra de Dios para recibir esa sanidad?