Camino a la sanidad: reconfortado, ungido y rescatadoMuestra

Dios te rescata de tus angustias

Los momentos de angustias pueden hacerte o deshacerte. Pueden quebrarte o formarte. Pueden impulsarte o hacerte retroceder. Son tiempos muy críticos y vulnerables en los cuales el enemigo puede intentar trazar trampa para alejar tu corazón de Dios.

Por tal razón, es crítico reconocer cuando nos sentimos heridos o quebrantados y es necesario hacer espacio y tiempo para permitir que Dios obre en sanidad sobre nosotros. La promesa de Dios es acercarse y estar contigo cuando más tú lo necesitas para rescatarte de esas angustias. Si de algo puedes estar seguro es que Él ha prometido estar contigo.

Estas disfrutando su cercanía reconfortante y ha llegado el momento de comenzar a aplicar la medicina, pues a donde Dios quiere llevarte de su mano, es a la sanidad de tu alma. Quizás ahora aun sientes el dolor. Confía que ese sentimiento tiene remedio en el Señor, no está ahí para quedarse. Mientras disfrutas de su cercanía, procura mantener tu concentración en sus promesas y no en tus sentimientos. Intencionalmente, busca anclar tu confianza creyendo en su palabra y no en tu condición actual.

Al hacer esto, irás percibiendo como el Espíritu Santo comienza a obrar en ti de una manera redentora. Él irá moviendo tu corazón a un camino de sanidad a medida que pones tu fe en Él y verás como eres rescatado de ese estado de angustia y dolor.

Considera: ¿De qué manera puedes ser más intencional en tomar momentos para percibir la cercanía del Señor y proveer tiempo y espacio para permitir ser ministrado por Él? Quizás puedes separar un tiempo diario cada día en tu hogar. También puedes acercarte a un amigo, pastor o consejero de vez en cuando y asistir a una congregación donde puedas percibir la cercanía del Señor a través de otros. Dios obrará hacia tu sanidad por medio de todos estos espacios.