Camino a la sanidad: reconfortado, ungido y rescatadoMuestra

Jesús se acerca a ti

¿Qué sucede cuando te sientes triste, afligido y quebrantado? Los ánimos se vienen abajo y puedes tratar de distraer tu mente, pero no eres muy productivo. Es difícil encontrar fuerzas tan siquiera para hacer lo necesario y sientes que tan solo necesitas un poco de comida reconfortante y un amigo que te haga sentir que no estás solo en esto. Eso fue justo lo que Jesús hizo por los discípulos en la escena de Juan 21 y es justo lo que quiere hacer por ti como parte inicial de un proceso de sanidad.

Los discípulos estaban viviendo un tiempo de angustia e incertidumbre ante la partida del Señor. Quedaron con un duelo y también con el fantasma de algunas de sus experiencias vividas. Los ánimos estaban tan abajo que me parece que el “Me voy a pescar”, de Pedro, fue como un “Me voy a dar un paseo para despejar la mente".

Los demás discípulos decidieron unirse porque estaban todos en el mismo bote, tanto literal como metafóricamente. La pesca esa noche iba sin éxito, pues sus mentes y esfuerzos realmente no estaban concentrados en eso.

Pero, en medio de ese estado, Jesús aparece. Y no da instrucciones, no da comandos, ni tiene una súper parábola para hacerlos entender lo que están viviendo. El simplemente aparece y les dice: “¿Desayunaron?”.

A la orilla del mar, Jesús los estaba esperando con todo un desayuno de comida reconfortante para simplemente estar con ellos. Dice la Palabra que Jesús se acercó y les sirvió pan y pescado. El momento de tu dolor no es momento de descifrar, de entender o analizar. El momento de tu quebranto es el momento de disfrutar los beneficios de la cercanía de Jesús mientras experimentamos que Él es un Padre Bueno que sabe acercarse y reconfortarnos.