Acepté a Cristo: ¿Y Ahora Qué?Muestra

Conociendo a la Familia

La primera vez que conocí a la familia de mi esposa, tenía toda la ansiedad normal que surge al conocer “los suegros”. Pero para empeorar las cosas, nuestras familias eran como la noche y el día. Mi familia es pequeñita, la de ella es enorme. Hablamos diferentes idiomas. Desde el dinero hasta la religión y todo entre medio, simplemente éramos diferentes.

Cuando Dios nos adopta en Su familia, no solo obtenemos un Padre, obtenemos una familia. Desafortunadamente, la primera vez que me presenté a un estudio bíblico en la iglesia para conocer a esta familia, fue tan aterrador como conocer a los futuros suegros por primera vez.

En la superficie, puede parecer que no tienes nada en común con otros creyentes. Sin embargo, todos los creyentes del planeta, de todas las naciones, todas las razas y todas las culturas, comparten una cualidad muy importante: en algún momento, reconocieron su pecado y su desesperada necesidad de un Salvador. Podemos estar en diferentes puntos del viaje, pero todos vamos en la misma dirección. Todos estamos tratando de parecernos a Jesús. Debido a esto, se puede tener una unidad en la familia de Dios como ninguna otra.

Jesús oró para que sus creyentes tengan la experiencia de esta unidad. Puede dar miedo, pero no podemos permitir que el miedo nos impida rodearnos de otros creyentes. El cristianismo no puede prosperar en el aislamiento. Necesitamos ir regularmente a la iglesia, asistir a estudios de Biblia en grupos pequeños y desarrollar relaciones de discípulo. Debemos ser lo suficientemente vulnerables como para permitir que el resto de la familia nos conozca.

Pero solo podemos tener esa experiencia cuando nos atrevemos aparecer. ¿Quieres?

¿Tienes amigos que te ayudan a crecer en tu relación con Dios? Si no, comprométase a ir donde están otros cristianos para desarrollar esas relaciones.