Acepté a Cristo: ¿Y Ahora Qué?Muestra

Viviendo Como un Rey

Deberíamos haber estado alojados en una cabina interior en el barco, pero debido a una increíble serie de eventos, nos ascendieron a la suite presidencial. No podíamos creerlo. Nuestra suite tenía dos dormitorios, dos baños, una gran sala y un enorme balcón privado envolvente. Fue una experiencia como de la realeza.

Hacia el final de la semana del crucero, un invitado de otra suite presidencial preguntó: "¿Cómo están disfrutando de su mayordomo?" Nos dijo que su mayordomo hizo reservaciones para los espectáculos de teatros, entregó comida de sus restaurantes favoritos, se encargó de su ropa y le mostró áreas privadas del barco reservadas solo para invitados VIP. No teníamos ninguna idea. Estábamos alojados en la suite presidencial, pero con respecto a las ventajas, podríamos haber estado alojados en una cabina de una habitación sin ventanas.

Lo mismo es cierto para los cristianos. Jesús nos libera del pecado. Él nos adopta en la familia de Dios y nos da una nueva identidad, herencia, poder y propósito. Pero luego seguimos viviendo nuestras vidas como si nada hubiera cambiado.

Jesús nos ha hecho libres. Los pecados que una vez nos controlaron ya no tienen el mismo poder. Pero debemos elegir vivir de otra manera. ¿Practicaremos el pecado y seguiremos siendo esclavos o practicaremos permanecer en Cristo y ser libres? ¿Seguiremos luchando por los mismos objetivos que una vez hicimos, o nos ajustaremos a nuestra nueva identidad? Cuando necesitemos ayuda, ¿seguiremos esforzándonos con nuestras propias fuerzas o buscaremos a nuestro Padre celestial?

Después de escuchar sobre el mayordomo, mi esposa y yo sabíamos lo que teníamos que hacer. Al día siguiente, cuando abrí la puerta de mi habitación, habían dos macchiatos de caramelo calientes y un plato de pasteles esperándonos en la mesa. Era el último día del crucero, pero bueno, mejor tarde que nunca.

¿Estás viviendo como un hijo del Rey?

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