La salsa: Busca primeroMuestra

Enséñame a amar
Nunca dejamos de aprender cómo recibir y extender el amor de Dios. A veces, los mandamientos de "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente" o "Ama a tu prójimo como a ti mismo" pueden sonarnos rutinarios. Podemos citar este versículo sin comprender la gravedad y las implicaciones de comprender internamente y demostrar externamente este mandamiento. La Biblia enseña que Dios es amor y que, como seguidores de Cristo, seremos reconocidos por cómo nos amamos unos a otros. Mientras buscamos a Dios primero, podemos observar, experimentar y representar Su amor. Solo podemos extender la cantidad de amor que recibimos de Dios. Dios es la fuente de amor y luz en el mundo. Puesto que Él es amor, estamos llamados a estar con amor y a convertirnos en amor. Las profundidades de la bondad y el amor de Dios son imposibles de comprender por completo para nosotros. Nos ama tanto que envió a Su único Hijo a morir en la cruz para salvarnos. Podemos compartir el amor de Dios con las personas perdidas y encontradas en este mundo a partir de este desbordamiento. Imagina el impacto que podemos tener en la vida de los demás al crecer en nuestra comprensión y capacidad para recibir y extender el amor de Dios.
Aplicación/ Reflexión:
- ¿Ves y tratas a los demás a través de los lentes del amor de Dios?
- ¿De qué manera necesitas reconocer el amor de Dios por ti?
- ¿Cómo puedes extender el amor incondicional de Dios a las personas que te rodean?
Oración:
Dios, hoy vengo a Ti para pedirte una nueva comprensión de Tu amor. Gracias por el amor extravagante que demostraste al enviar a Tu Hijo a morir por mí para perdonar mis pecados. Oro para experimentar Tu amor tangiblemente, transformándome para ser más como Tú. Muéstrame cómo puedo amarme mejor a mí mismo y a los que me rodean. ¡Oro para ser un vaso, rápido para obedecer y mostrar Tu amor al mundo! Cambia, renueva y transforma la forma en que amo. En el nombre de Jesús, oro, ¡amén!
Acerca de este Plan

Durante los próximos 21 días, buscaremos a Dios primero. Al dedicar el comienzo de nuestro año a un tiempo de oración y ayuno, buscaremos la voluntad de Dios para nuestras vidas. En los próximos 21 días, la oración se convertirá en tu salsa y experimentarás una transformación genuina mientras buscas el Reino de Dios.
More