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Santa La Noche: Devocional de Adviento

DÍA 7 DE 25

Isaac, Hijo de la Promesa, imagen de Jesús

Por Danny Saavedra

“Dios proveerá un cordero para la ofrenda quemada, hijo mío.” (Génesis 22:8 NTV).

¿Alguna vez te han pedido que hagas algo loco, algo tan loco que nunca pensaste que lo tendrías que hacer? Si te lo han pedido, no eres el único. En Génesis 22, Dios le dio una orden muy extraña a Abraham.

Dios le pidió a Abraham que sacrificara a su hijo. Espera, ¿qué? ¿Te refieres al hijo de la promesa? ¿Aquel de quien se suponía que una gran nación sería construida? Sí, ese hijo. Dios dijo: "Toma a tu hijo, tu único hijo... a quien tanto amas. . . Lo sacrificaras como ofrenda quemada..." (Génesis 22:2 NVI).

Esto debió haber sido algo desgarrador e indescriptiblemente doloroso para Abraham. ¿Te imaginas que te pidan que sacrifiques lo que más amas? ¿Serías obediente como Noé o correrías en la dirección opuesta como Jonás? Piensa en lo irrazonable y desquiciado que sonó la petición de Dios. Isaac era el hijo amado de Abraham y el futuro del pacto de Dios estaba puesto sobre él. Isaac fue un milagro, el regalo de Dios en respuesta a la fe de Abraham y de Sara. Pero Abraham escuchó la petición de Dios e inmediatamente le obedeció con fe.

A veces en nuestras vidas, nos enfrentaremos a tener que hacer lo que parece ser una elección imposible y difícil. . . una elección que quizás no entendamos. Pero cuando entendemos el carácter de Dios, cuando entendemos Su amor por nosotros, cuando reconocemos que Su voluntad es siempre para nuestro bien y para Su gloria, podemos obedecerle fielmente porque sabemos que Él hace todas las cosas para el bien de aquellos que lo aman y son llamados de acuerdo con Su propósito (Romanos 8:28).

Verás, Abraham sabía que la voluntad de Dios nunca contradiría Su promesa, por lo que este fiel padre se aferró a la promesa que decía: "Por Isaac será llamada tu descendencia" (Génesis 21:12 NBLA). Abraham creía que incluso si Dios le permitía sacrificar a su hijo, Él podría resucitar a Isaac de la muerte (Hebreos 11:17-19).

En esto, vemos la verdadera naturaleza de la fe. No exige explicaciones; descansa en las promesas. Es por eso que Abraham pudo decir a sus siervos: "Adoraremos y volveremos enseguida" (Génesis 22: 5 NTV, énfasis agregado), y es por eso qué pudo decirle a su hijo: "Dios proveerá el cordero para la ofrenda quemada..." (Génesis 22:8 NTV, énfasis añadido).

Algo que a menudo nos perdemos en esta historia es la fe y obediencia de Isaac. A menudo, cuando imaginamos esta historia, nos imaginamos a Isaac como un niño pequeño. Pero la mayoría de los eruditos bíblicos creen que tenía entre 18 y 33 años; después de todo, tenía que haber sido lo suficientemente grande y fuerte como para llevar toda la madera para la ofrenda quemada.

Qué asombrosa la historia paralela que vemos aquí en la historia de Isaac y el plan de Dios para la redención a través de Jesús, el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. La mayoría de los eruditos creen que Isaac sabía lo que estaba sucediendo. Llevó la leña de su propio sacrificio y permaneció en silencio mientras lo colocaban en el altar. No protestó cuando Abraham levantó el cuchillo. Se entregó voluntariamente a su padre. . . ¡exactamente igual que Jesús! James E. Goodman describe a Isaac como "conocedor y dispuesto, tranquilo si no completamente silencioso, y sobre todo sin sufrimiento". Clemente de Alejandría escribió: "Él (Jesús) es Isaac... porque él era el hijo de Abraham como Cristo es el Hijo de Dios y un sacrificio como el Señor".

Al final, Dios detuvo la mano de Abraham y proveyó otro sacrificio. "A ese sitio Abraham le puso por nombre: El Señor provee. Por eso hasta el día de hoy se dice: 'En un monte provee el Senor'" (Génesis 22:14 NVI). ¡Y un poco más de 2.000 años después, Dios ciertamente proveyó al Cordero cuando envió a Jesús para salvarnos!

Medita: ¿Qué podemos aprender tanto de Abraham como de Isaac en esta asombrosa historia?

Práctica: ¿Está el Señor pidiéndote algo aparentemente loco hoy? ¿Te está llamando a hacer algo que no entiendes, algo más allá de tu capacidad de razonar? Tal vez, Él te está desafiando a mudarte a otra ciudad o país, tomar un nuevo trabajo o comenzar un estudio bíblico en tu hogar o lugar de trabajo. Tal vez Él te está guiando a compartir el Evangelio con tu vecino, compañero de clase o compañero de trabajo. ¡Sigue el ejemplo de Abraham y honra ese llamado! Cuando demuestras tu fe y obedeces, el Señor es fiel para bendecirte, sostenerte y hacer algo verdaderamente milagroso, ¡en ti y a través de ti!

Ora: Querido Dios, dame la fe de Abraham y la silenciosa obediencia y disposición de Isaac para ir a donde me estás guiando todos los días. Amén.

Escrituras

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Acerca de este Plan

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Nos gustaría agradecer a Calvary Chapel Ft. Lauderdale por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://resources.calvaryftl.org/

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