En el principio . . .

Por Danny Saavedra

“En el principio, Dios. . .” (Génesis 1:1 NTV).

¡Me encantan los cuentos de hadas! Una cosa que hace que los cuentos de hadas sean tan fascinantes para mí es lo bien que preparan el escenario para sumergirte en la historia. ¿Cómo lo hacen? Con tres simples palabras: "Érase una vez...".

La Biblia, el libro más grandioso y más importante que jamás se haya escrito, comienza de una manera muy similar. En Génesis 1:1, también comienza con cuatro palabras simples: "En el principio, Dios...". Suena tan sencillo; y sin embargo, detrás de estas palabras encontramos las respuestas definitivas a muchas de las preguntas más importantes de la vida.

"En el principio, Dios creó los cielos y la tierra. La tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. Entonces dijo Dios: “Sea la luz”. Y hubo luz" ( Génesis 1:1–3 NBLA).

¡Y es AQUÍ donde comienza la historia de Navidad!

Ahora, tú puedes estar preguntándote: "¿Dónde está la historia de Navidad en ese pasaje?" ¡Fácil! Es la primera referencia de lo único de lo que se trata la Navidad: ¡Jesús!

De manera similar a Génesis 1:1, también encontramos en Juan 1:1 (NVI) que dice: "En el principio era el Verbo...". La palabra griega para Verbo es logos. El concepto de logos es honestamente deslumbrante. La forma más sencilla de explicarlo es que logos es la razón detrás de algo. El término, básicamente, describe una colección de cosas puestas juntas en el pensamiento y expresadas en palabras.

Los pensadores más influyentes de la antigua Grecia estaban preocupados por responder a las preguntas más importantes de la realidad, ¡igual que nosotros en la actualidad! Querían encontrar la verdad final, el propósito y la comprensión detrás de todo. Aquí es donde entra la palabra logos. Para los griegos, logos es aquello que da vida y sentido al universo. Es la razón detrás de todas las cosas, la fuerza motriz que da identidad y propósito.

¿Qué tiene que ver esto con la Navidad? Bueno, ¡el Verbo del que leemos en Juan 1 es JESÚS! Mira el resto de Juan 1:1–3 (NVI, énfasis añadido): "En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba con Dios en el principio. Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir".

Jesús es la encarnación viva de la Palabra de Dios. Fue Jesús quien habló la voluntad de Dios en el principio (Génesis 1:1–2; Salmo 33:9; Hebreos 11:3). Jesús es el corazón, la voluntad y la mente de Dios revelados al mundo. ¡Él es la fuerza motriz de la actividad y la voluntad de Dios, dando vida, significado, identidad, propósito y valor a todas las cosas!

Y no se detiene allí, porque Juan 1:14 (NVI) dice que el Verbo, que sostiene el universo y a través de quien toda la creación llegó a existir, "se hizo hombre y habitó entre nosotros". De esto se trata la Navidad y es por eso que cantamos canciones como "Noche de Paz", porque fue realmente una noche como ninguna otra. Fue la noche en que Aquel mismo que dijo: "Sea la luz", entró en Su creación para traer luz a nuestros corazones para que "el que le siga no ande en tinieblas, sino que tenga la luz de la vida" (Juan 8:12 NVI).

Medita: ¿Qué nos dicen las primeras cuatro palabras de la Biblia acerca de Dios?

Practica: Escribe tu historia y compártela con alguien esta semana. Además, considera cómo la historia de Dios ha impactado tu historia.

Ora: Querido Dios, gracias por ser un Dios personal que da sentido a todas las cosas. Gracias por amarme y por estar profundamente involucrado con Tu creación. Mientras nos preparamos para celebrar la Navidad, te pido que me recuerdes de qué se trata realmente esta temporada: que Tu Hijo vino a la tierra y "habitó entre nosotros" (Juan 1:14 NVI) para que pudiera conocerte, tener una relación contigo y encontrar el verdadero significado y propósito en esta vida maravillosa que me has regalado. Amén.