Adviento con Infinitum. Sorprendido por Dios, semana 4Muestra

¿Cuándo fue la última vez que tuviste que renunciar a tener una gran expectativa sin saber lo que había al otro lado? Frecuentemente nos enfrentamos a expectativas insatisfechas, desde pequeñas cosas como una cita cancelada hasta no poder salir de vacaciones por trabajo, una relación que no funcionó o un diagnóstico médico aterrador. Somos, por naturaleza, planificadores... previsores... generadores de expectativas.

José (padre adoptivo de Jesús) no era distinto. Tenía un plan: casarse con una joven buena e íntegra, vivir cerca de sus familias y construir sus vidas en base a su trabajo como carpintero. Entonces la sorprendente obra de Dios le es mostrada en un sueño: tu prometida está embarazada, pero esta es una buena noticia para ti y para el mundo. Sigue adelante.

Si bien no todos enfrentaremos la sorpresa de un embarazo no planificado o la noticia que criaremos al Hijo de Dios, todos pasamos por momentos parecidos. Está en nuestra naturaleza como colaboradores de un Dios asombroso. José demuestra lo que se necesita para asociarse con Dios en su misión: entrega, generosidad y un sentido de compromiso con la obra de Dios (misión).

Hoy, en lugar de leer más para interiorizarnos en la historia o la actitud de José, salgamos a caminar y busquemos formas en las que Dios ya está trabajando en nuestro vecindario. Conversa con Él sobre las cosas grandes y pequeñas que está haciendo a tu alrededor, reconociendo el hecho de que parte de la sorprendente obra de Dios se extiende mucho más allá de lo que usualmente observamos.

Mientras caminas, pregúntale cómo puedes unirte a Él en su sorprendente trabajo en lugar de pedirle que bendiga tus propios planes.

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