Adviento con Infinitum. Sorprendido por Dios, semana 4Muestra

¿Alguna vez has abrazado un árbol? ¿O te has sentado en el banco de un parque para observar las ardillas? ¿Te has recostado sobre el césped para estudiar las nubes? ¿Alguna vez le has puesto atención al canto de un ave? La naturaleza está llena de la majestad de Dios. ¿Cuándo fue la última vez que la belleza de la naturaleza te dejó sin aliento? Estos momentos nos marcan. Muchos elementos de la naturaleza son silenciosos, aún así, cantan la obra de Dios. Incluso las montañas más grandiosas, que son besadas por la puesta de sol, son sumamente naturales/simples en su "canción".

Dios nunca ha estado limitado en lo que puede usar para hacer su obra en el mundo. A veces, la realidad de los árboles manifestando la naturaleza de Dios nos recuerda cuán grande y hermoso es nuestro rol como colaboradores del reino. Y hay ocasiones en que la inmensidad del cielo nos recuerda lo pequeños que somos (y, francamente, innecesarios) a la hora de defender la existencia de Dios.

Cuando María reflexionó sobre la sorprendente obra de Dios, expresa con tanta claridad esa tensión que todos compartimos. Ella canta sobre la maravillosa atención de Dios hacia ella; reconoce su importancia en el legado que dejará, lo ajusta a la realidad de lo que Dios está haciendo, y no intenta evadir su papel.

A pesar de la frecuencia con la que somos sorprendidos gratamente por la obra de Dios (sus métodos, tiempos, ámbitos, socios, etc.), someternos a Él sigue siendo un desafío diario para nosotros. Nos identificamos más con las preguntas de Zacarías que con las declaraciones de María.

Reflexionemos por un momento sobre algunas de las suposiciones que hacemos y que nos causan tensión en nuestro proceso de sometimiento:

¿Quiénes son las personas más capacitadas para hacer la obra de Dios? ¿Por qué?

¿Conoces a alguien que demuestre que Dios trabaja en el mundo de una forma distinta a la que podrías haber diseñado tú?

¿Tienes alguna duda de unirte al trabajo de Dios por cuestionarlo al elegirte a ti como colaborador?

¿Qué puedes recibir del cántico de María (la lectura bíblica de hoy) para aceptar la sorprendente obra de Dios en tu vida?