La Biblia en un AñoMuestra

Reflexión: ¡ESFUÉRZATE EN EL SEÑOR!

"Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor" (2 Pedro 1:5-7).

Fe, virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto fraternal y amor... ¡cuántas cualidades extraordinarias nos anima a cultivar el apóstol Pedro! Veamos cada una en particular.
La fe implica creer, tener esperanzas, mantener la confianza que depositamos en el Señor siempre. La virtud, según una definición, es “la disposición de cumplir con determinadas acciones para hacer el bien”. ¡Qué maravilloso es ver personas virtuosas en el servicio al Señor! No importa lo que les toque hacer, ¡lo hacen bien! El conocimiento de las Escrituras, por otra parte, será fundamental; nos dará la oportunidad de resolver los conflictos que se nos presenten siendo sabios, aplicando lo que aprendimos primero.

El dominio propio nos ayuda a ser medidos en nuestras acciones, a no reaccionar ni hacer nada sin pensarlo antes; a tomar las riendas de nuestras conductas y pensamientos. La paciencia nos ayuda a soportar sobre todo los momentos o las personas difíciles; la piedad nos llevará a la acción al ver la necesidad del otro. Finalmente, el afecto fraternal y el amor son la clase de relación que el Señor espera en su iglesia, un amor que une y no divide, que soporta, que se ocupa de los demás.

Reflexiona: ¿Seremos capaces de esforzarnos, y de ser diligentes para que cada una de estas características abunde en nosotros?