La Biblia en un AñoMuestra

Reflexión: NIÑOS, PERO MADUROS

"Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar" (1 Corintios 14:20).

Qué hermosos son los niños, qué hermosos son sus corazones, me fascina verlos jugar, verlos reír y aprender constantemente. Su mente y su corazón son puros en ellos, no hay maldad alguna, todo lo contrario. Sin embargo pareciera que cuando los seres humanos vamos creciendo perdemos esa inocencia y llenamos nuestro corazón y nuestra mente de malicia, vamos dándole lugar a malos pensamientos... hasta llegamos a pensar mal del otro sin razón y actuamos luego en consecuencia. Nuestros pastores nos han enseñado a siempre pensar bien de los demás, y en nuestra familia de la fe este es un hábito que invitamos constantemente a practicar. Qué bueno es pensar bien y qué tremendos resultados tiene, porque luego actuaremos en consecuencia. Constantemente Jesús nos comparó con los niños, y ahora Pablo hace lo mismo desafiándonos a ser como ellos en cuanto a la malicia, y maduros en el modo de pensar.

Desafío: Te desafío a que revises tus pensamientos y tus intenciones, para que ellos sean sin malicia. Renuncia a ser mal pensado y entrena tu mente para comenzar a pensar bien siempre. Pensa bien de tu familia, de tus hijos, de tus seres queridos, de tus líderes, de pastores y tus compañeros de grupo y tendrás una paz increíble en tu cabeza y en tu corazón. Como consecuencia tus acciones serán cada vez más santas y puras.