La búsqueda en sieteMuestra

"¡Alaben al Señor, proclamen su nombre, testifiquen de sus proezas entre los pueblos! ¡Cántenle, cántenle salmos! ¡Hablen de sus maravillosas obras! ¡Gloríense en su nombre santo! ¡Alégrense de veras los que buscan al Señor! ¡Refúgiense en el Señor y en su fuerza, busquen siempre su presencia! ¡Recuerden las maravillas que ha realizado, los prodigios y los juicios que ha emitido!". 1 Cron. 16:8-12

Las cosas que te agobian positivamente te hacen sentir obligado a compartirlas. Cuando experimentas a Dios y es tan asombroso, solo tienes que contarlo a quién te escuche. Cuando la vida de Jesús en la tierra llegó a su fin, una de las cosas que transmitió a los discípulos fue que se lo dijeran a los demás, que compartieran el evangelio de Cristo para que pudieran creer. Habló sobre ello sin cesar y les encomendó que lo compartieran por todo el mundo. Por ello, la Gran Comisión es que salgamos y hagamos discípulos, contándoles a otros de nuestra experiencia con Dios para que deseen vivirlo ellos mismos.

Ya que has dado los primeros pasos esta semana para vivir una forma de vida que pone a Dios primero, lo último que quiero dejarte es la bendición que proviene de compartir a Dios. El Señor desea que seas sobrepasado por el cambio que has tenido en tu vida al ponerlo a Él en primer lugar, hasta el punto de que tengas que contárselo a cualquiera. Quiere que compartas la experiencia, y también que describas lo que hiciste. ¿De qué serviría describir una cena y nunca compartir el nombre del restaurante?

Hoy, a lo largo del día, encuentra a alguien con quien compartir tu experiencia. Comparte lo que te ha sucedido y lo que hicisiste para llegar allí. Comparte los sacrificios que hiciste para apartar tiempo y cómo buscas a Dios con el propósito de desarrollar una forma de vida en el que Él sea lo primero. Verás que mientras te glorias en Dios y de tu experiencia en Él, y luego ministras cómo llegaste a esa experiencia, sentirás la presencia intangible de Dios de una manera nueva.

Ministrar el evangelio de Dios nos permite vivirlo de una manera totalmente diferente. Sentirás que tu propósito surge y la misma razón por la que fuiste puesto en esta tierra se manifiesta ante ti. Reflejarás lo que significa vivir un forma de vida que prioriza a Dios.

¡Enhorabuena, y mantén a Dios en primer lugar!