La búsqueda en sieteMuestra

"Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?" Salmos 42:1-2

Recuerdo mi primer encuentro con Dios. La sensación era indescriptible. Era pesada y liviana al mismo tiempo. Estaba vacío, pero me llenaba, y mis emociones eran intensas. El gozo me invadía. Nada de los problemas actuales en mi vida, desafíos o circunstancias adversas habían cambiado, pero de alguna manera me sentía mejor. Me sentí lleno de esperanza, y una energía positiva emanaba de mí. Luego de ese encuentro, quería sentir a Dios todo el tiempo. Quería experimentar esa sensación tangible de Él.

En la forma de vida de Dios primero, el buscarlo necesariamente te posiciona para sentir Su presencia. Su presencia es fuerte y plena. Despierta todos tus sentidos y puede provocarte todo tipo de emociones. Te inundan lágrimas de gozo y acción de gracias, y se deposita poder en ti. No se puede describir con palabras, y una vez que lo sientes, eres diferente para siempre.

La única forma de entender es a través de la experiencia propia. Después de un encuentro, nunca olvidas cómo te sentiste. Siempre anhelas volver a tener esa sensación. El Salmo 42 describe cuán fuerte puede ser el deseo de tener un encuentro con Dios. Es como la sed de agua de un ciervo. Al buscar a Dios y colocarnos en la postura para un encuentro, al encontrarlo, también empezaremos a tener sed de la experiencia que cambia la vida que proviene de estar en la presencia del Dios Todopoderoso. Su presencia está a una oración de distancia, a un canto de adoración y a una búsqueda de Él a través de las Escrituras. Puedes vivirlo, y Él está disponible para ti.

Hoy será tu día de acción. Dedica 24 minutos tranquilo sin interrupciones para sentir la presencia de Dios. Comienza invitando la presencia de Dios. Luego lee las Escrituras por 8 minutos. Después empieza a orar durante 8 minutos. Por último, declara quién es Dios o canta una canción que demuestre Su valor. Prepárate; sentirás Su presencia y lo encontrarás. Luego, escribe en tu diario tus pensamientos, sentimientos y experiencias en Su presencia. Dios puede hablarte de forma palpable, mostrarte una visión o recordarte una promesa. Él es fiel para venir y morar cuando lo buscamos de esta manera.