Ser Visto: Sanando la desesperación y la ansiedad a través de la conexión Muestra

Las conexiones sanan

Existen dos relaciones primarias que el alma humana necesita: la conexión con nuestro Padre Celestial y la conexión con los demás. Estamos cableados para vivir en comunidad. Estamos programados con la necesidad de ser vistos.

Ser visto no solo significa ser físicamente visto. Ser verdaderamente visto significa ser conocido, amado y comprendido en un nivel más profundo.

Cada corazón es como un pozo. Tantos pensamientos, rasgos de personalidad, pasiones, emociones y creencias conforman el corazón de hombres y mujeres. Pero ahora vivimos en una cultura donde la conexión es limitada, al menos según nuestro corazón. Un corazón ansioso y desesperado es demasiado común hoy en día. Tú mismo puedes sentirte desesperado o ansioso, o puedes tener un niño, adolescente o amigo que esté experimentando un corazón abrumado por la ansiedad o la desesperación. Tal vez tú sientas una gran preocupación por tu ser querido, lo que puede hacerte sentir impotente. Quieres ayudar. Pero, ¿cómo?

La Biblia habla del corazón de una persona en numerosas ocasiones. Pero intuitivamente sabemos que las Escrituras no describen el órgano que bombea sangre, sino nuestro lado emocional. En pocas palabras, nuestros cerebros están cableados por Dios con dos lados y dos funciones. El lado derecho del cerebro es donde tiene lugar gran parte de nuestro procesamiento emocional, el corazón. El lado izquierdo es donde tiene lugar nuestro procesamiento lógico, la mente. Cuando experimentamos desesperación o ansiedad, nuestro corazón se acelera y el procesamiento lógico disminuye. La conexión interrumpe este proceso. Nuestros cerebros están cableados para responder al amor y la empatía.

Cuando nos sentimos vistos por otra persona, nuestro corazón exhala y se reanuda el procesamiento lógico.

Cada persona está programada para necesitar dos conexiones principales para permitir que el corazón exhale: Conexión con Dios y Conexión con los demás.