Conociendo las EscriturasMuestra

Explícito vs. Implícito
Durante los últimos dos días, hemos estudiado algunas de las formas literarias que debemos considerar al interpretar la Biblia. Reconocer estas diferentes formas literarias nos permite comprender lo que un texto puede estar enseñándonos y nos ayuda a defender la Biblia de sus críticos. Hoy examinaremos una regla hermenéutica que es muy importante para evitar interpretaciones excesivamente esotéricas de la Biblia.
Muchos géneros literarios diferentes están representados en las Sagradas Escrituras. Algunos géneros tienden a ser más explícitos doctrinalmente que otros, como las epístolas del Nuevo Testamento y otras porciones más didácticas (enseñanza explícita) de las Escrituras. Las narraciones y los poemas tienden a ser menos explícitos y didácticos y, por lo tanto, confiamos más en las inferencias implícitas para determinar cómo contribuyen a nuestra comprensión.
Al leer la Biblia, debemos dejar que los pasajes explícitos de la Escritura aclaren los implícitos. Una doctrina que inferimos de un texto no puede ser verdadera si contradice la enseñanza explícita de otro texto.
La controversia sobre el teísmo abierto (la herejía que afirma que Dios no conoce el futuro) ilustra bien este punto. Muchos pasajes de las Escrituras (p. ej., Ex. 32:14; Jonás 3:10) indican que a veces Dios “se arrepiente” (algunas versiones: “cambia de opinión”) y no trae el desastre prometido sobre un pueblo. Cuando los seres humanos cambian de opinión, generalmente se debe a algún evento futuro desconocido o circunstancia imprevista. Los teístas abiertos toman este hecho sobre los seres humanos, lo combinan con textos que hablan de Dios cambiando de opinión, y luego infieren que Dios no debe saber el futuro porque si lo supiera, la Biblia no diría que cambió de opinión.
Esta inferencia, sin embargo, niega muchas porciones explícitas de las Escrituras. Números 23:19 nos dice: “Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que cambie de opinión”. Esta declaración explícita y didáctica nos dice claramente que Dios no cambia de opinión como lo hacen los hombres. Los hombres cambian de opinión porque no conocen el futuro. Dios, sin embargo, conoce el futuro de manera exhaustiva (Isa. 42:9; 44:7; Jer. 1:5; Mat. 26:34) y, por lo tanto, cualquier cambio de mentalidad del que habla la Biblia debe ser un cambio que Dios sabía. Él haría por adelantado. El teísmo abierto demuestra que cuando no permitimos que lo explícito gobierne nuestra interpretación de lo implícito, terminamos en herejía.
CORAM DEO Viviendo ante el rostro de Dios
A veces, minimizamos la importancia de las narraciones para determinar la doctrina porque generalmente son menos explícitas que otras partes de las Escrituras. Números 23:19, sin embargo, nos muestra que incluso las narraciones contienen declaraciones didácticas. Mientras lees narraciones bíblicas, busca esas porciones explícitamente didácticas.
Escrituras
Acerca de este Plan

La Biblia está escrita de tal manera que cualquier persona puede leerla y comprender su significado esencial. Pero si la Palabra de Dios no se maneja con cuidado, las palabras de verdad pueden malinterpretarse y causar confusión. Este estudio de 5 días proporciona herramientas y métodos para practicar la hermenéutica: la ciencia de la interpretación bíblica.
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